sandkuchen

El kuchen (pastel) es la denominación de origen alemán de los pasteles o bizcochos. Existen múltiples variedades de kuchen. Generalmente se diferencia de la tarta por no tener rellenos ni coberturas. Predominan variedades dulces, aunque también hay kuchen salado.

Se puede decir que la gastronomía alemana consiste en una verdadera fusión de artes culinarias, donde las variedades de quesos y panes tienen un rol protagónico en la mayor cantidad de los platos tradicionales. Algunas de las influencias más importantes dentro de la gastronomía alemana provienen de la cocina francesa y holandesa, aunque también numerosas recetas escandinavas han contribuido a la creación de las más inspiradas delicias alemanas.
Destacan las tartas y pasteles con frutas como las manzanas, las cerezas, las fresas, entre otras. Estos deliciosos pasteles pueden degustarse en cualquiera de las numerosas y tentadoras pastelerías alemanas.

El sandkuchen, como su nombre indica, es un tipo de bizcocho con una textura arenosa debido a la adición de Maizena. Con el sabor de la vainilla y el limón, obtendremos un bizcocho seco y aromático, ideal para mojar en cafés, tés o chocolates.

Para su elaboración necesitamos,

- 250 gr de mantequilla en pomada (puede utilizarse 125 gr y 125 de yogur griego)
- 250 gr de azúcar.
- Una cucharadita de pasta de vainilla.
- La ralladura de un limón.
- Cuatro huevos medianos.
- 125 gr de harina.
- 125 gr de Maizena.
- Una cucharadita de levadura.
- Dos o tres cucharadas de leche fría.

Tamizar las harinas y la levadura y reservar.
Batir bien el azúcar con la mantequilla o con la mantequilla y el yogur. Incorporar los huevos uno a uno, la pasta de vainilla, ralladura y la leche e ir batiendo tras cada adición. Añadir por último las harinas y batir bien hasta conseguir una mezcla sin grumos.
Verter en molde engrasado y hornear a 170º en horno precalentado unos 45 mn.
Dejar enfriar sobre una rejilla.