Una noche de 1755, el duque invitó a cenar a un grupo de invitados especiales y buscando la manera de sorprenderlos con algún plato novedoso, le ordenó a una de las jóvenes cocineras inventar un manjar inédito que despertara la atención de sus comensales.
Después de largas horas en la cocina, la joven Madeleine Paulmier ofreció unos pequeños bocaditos inflados que llamaron la atención por su finura y delicado sabor. El duque quedó encantado y sin saber cuál era el nombre del manjar decidió llamarlo Madeleine, en honor a la imaginación de la joven creadora.
La inédita receta pasó rápidamente a satisfacer las bocas de los elegantes invitados de la corte de Versalles gracias a su hija, la reina María Leszczynski, esposa del rey Luis XV. Tras la muerte del duque de Lorraine, en 1766, uno de los cocineros de la corte, conocedor de la ingeniosa receta, abrió una panadería en el pueblo y durante muchos años la Madeleine de Commercy se convirtió en una auténtica especialidad gastronómica, título que ostenta incluso hoy.
Marcel Proust, en su obra En busca del tiempo perdido, dice así; "Mandó mi madre por uno de esos bollos cortos y abultados que llaman magdalenas, y parecen tienen por molde una concha de peregrino. Al llevar a los labios una cucharada de té en la que había echado pedacitos del bollo, y el trago tocó mi paladar, sentí algo extraordinario en el interior; un placer delicioso me invadió y me aisló sin noción de qué lo causaba. Cuando nada subsiste del pasado, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, perduran más persistentes y más fieles que nunca el olor y el sabor sobre las ruinas de todo"
La receta original incluye miel, la base está en un genoise básico en el que el leudado se produce gracias a los huevos y no mediante el añadido de levaduras.
Mi receta no es la original, pero es rápida y deliciosa, os animo a probarla.
Para su elaboración necesitamos,
- 60 gr de mantequilla en pomada.
- Una cucharadita de pasta de vainilla.
- 140 gr de harina.
- Una pizca de sal.
- Una cucharadita de levadura.
- Media cucharadita de haba tonka recién rallada º.
- 2 huevos medianos.
- 90 gr de azúcar.
Batir bien la mantequilla y azúcar hasta que la mezcla blanquee. Incorporar los huevos uno a uno sin dejar de batir, la vainilla y, por último, la harina, levadura y sal junto con la ralladura de haba tonka. Se obtendrá una crema densa que se llevará al frío unos 30 mn, puede pasar al frío toda la noche.
Rellenar los moldes hasta la mitad de su capacidad y hornear en horno precalentado a 200º unos 14 mn, hasta que veamos que han obtenido la característica "panza" en la parte superior y hayan dorado.
Enfriar sobre una rejilla.
º El haba tonka también conocida como cumaruna, cumbarú, sarrapia o tagua es la semilla del Dipteryx Odorata, árbol de la familia de las fabáceas.
Cada fruto contiene una sola semilla de unos 3 cm de longitud y 1 cm de ancho, de color negruzco y aspecto arrugado. Su densidad hace que sea utilizada rallándola, desprendiendo de este modo su característico olor a vainilla.
Originaria de la América Tropical, Brasil, Venezuela, Perú o Guayana. En principio, su uso estaba destinado a aromatizar el tabaco, aunque posteriormente se incorporó a la cosmética y a la repostería.
El 1793 fue importada a Francia desde la Guayana, siendo por ello tan popular en la repostería francesa.
Tengo esta receta pendiente desde hace días... creo que me quedo con la tuya. Besos!
ResponderEliminarEl haba tonka tengo mucha curiosidad, por aquí eso es imposible. Que pinta tan rica.
ResponderEliminarSaludos
Pues perdona mi incultura pero es la primera vez que oigo hablar del haba tonka. Las madeleines me encantan pero estas no sé como estarán, de pinta como siempre están geniales e invitan a comerse una. Yo las probaría. Besos
ResponderEliminartengo ganas de probar el haba tonka pero no sé donde lo voy a encontrar porque no lo veo por ninguna parte!!! :(
ResponderEliminarNo voy a privarme de deleitar este manjar,si estas madaleines han perdurado en el tiempo ha de ser por algo. Muy buena tu introducción.
ResponderEliminarJUEGO DE SABORES
La de cosas que estoy aprendiendo sólo con dedicarte cinco minutitos al día. Me encanta venir por aquí y hoy me llevo para casa la génesis magdalenil y la existencia del haba tonka, que no sé qué utilidades, aparte de las que indicas, puede tener, ni si aporta algún sabor particular al dulce en cuestión, pero ya investigaré. Un besito.
ResponderEliminarEl haba tonka la tengo a pendientes junto con el speculoos. Viendo estas madeleines tan jugositas y melosas no podría parar de mojarlas en mi cafe con leche
ResponderEliminar;)
Isabel, ¡¡me encantan las madeleines!! Llevo algo así como año y medio obligándome a mí misma a no comprarme el molde, a la vez que me intento convencer de que lo necesito xD
ResponderEliminarEl haba tonca, ¿cómo lo compras y conservas? Compras un haba y lo conservas en un tarrito para ir rallando, o compras un tarrito en el que vienen varias semillas??
Un besito!!!
Anda Isabel, qué bonitas, y qué apetitosas, y dónde consigues el haba-tonka??? me encantan tus "lecciones" de historia jeje.
ResponderEliminarun besazo
No puedo ni debo seguir demorando el hacerme con ese molde :))) Las madeleines se ven de lujo y hay que probarlas. Lo del haba tonka pensé que era tóxico,la verdad. Lo que me queda por aprender!!! Gracias Isabel. Biquiñosssss
ResponderEliminarIsabel, la cita de Prouts me ha emocionado, adoro estas entradas tuyas llenas de historias y más aún con citas de obras maestras para acercarnos a algo tan cotidiano como a una magdalena. es un libro que siempre he estado pendiente de leer. Esa original con mile, debe estar de vicio también.
ResponderEliminarPor cierto ¿qué es el haba tonka?
Saludos
Adorables te han quedado y me ha encantado la historia de estas ricas madeleines.
ResponderEliminarBesitos
Aunque no sea la original, no pasa nada, incluso mejor. la gracia está en dar el toque personal, y siempre lo consigues!!
ResponderEliminarQue historia más curiosa, lo que una aprende en un blog de cocina. Las madeleine te han quedado fantásticas, qué ganas tengo de probarlas.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
Pues yo sólo he probado el haba tonka en Gin Tonic. Habrá que probarlo en la parte culinaria...
ResponderEliminarBesitos.
como me gustan tus entradas,siempre con historia, me chiflan. Estas madeleines tienen una pinta estupenda, me ha llamado mucho la atención el brillo que tienen.
ResponderEliminarUn beso guapa
Qué placer leerte! esas madeleines deben ser gloria bendita.
ResponderEliminarMe he quedado muda con tus preparaciones para Agropec, ¡enhorabuena! la tarta otoño me parece de un gusto exquisito y esa vaca asturiana lo mejor.
Besos
Que linda historia, me encanta leerte.
ResponderEliminarUn post precioso y muy interesante. Y la receta me la apunto, por supuesto.
ResponderEliminarSaludos.
No será la receta original, pero tus madeleines no creo que tengan nada que envidiarles ;)
ResponderEliminarLa receta como siempre llena de contenido interesante ..las madeleines las hice solamente 2 veces y ganas me quedaron de repetir ..estas tuyas están fantasticas ...eres una artistaza ...la tarta otoñal es una preciosidad ....bicos
ResponderEliminarMe encanta que no solos haces recetas realmente deliciosas , sino en como las documentas.
ResponderEliminarGenial!!!!
Un beso
Querida Isabel, no sólo nos enseñas tus recetas y aprendemos un montón de repostería, sino que además me "culturizas" yo que soy de ciencias, esa semilla no la había oído en mi vida...y por supuesto !un viva por Madeleine!, bsss
ResponderEliminarUna aspecto muy rico, y una entrada muy interesante con la historia sobre la receta.
ResponderEliminarUn beso.
http://lacocinademispadres.blogspot.com.es/
Isabel, qué post más chulo!! Me ha encantado, y si hubiese podido probar una de ésas madeleines... ya hubiese sido perfecto ;P
ResponderEliminarBesotes, guapa!!
Vero.
que delicia
ResponderEliminarQue entradas más bonitas haces!
ResponderEliminarY como siempre, unas recetas maravillosas!
Le voy a mangar a mi marido las habas tonka, que utiliza para aromatizar sus Gin Tonics, y me pongo con las madeleines....
Bicos, Gaby.
Tengo que probar a hacerlas porque las que compro me encantan, pero es que para algunas cosas me da una perezaaaaaaa, feliz semana¡
ResponderEliminarTodavia sigo pensando en la tarta de ayer, no se me quita de la cabeza Isabel...!!! Increíble...
ResponderEliminarLa elaboración de hoy me encanta, se sale de la norma tambien!!!
Besos
No se puede uno perder ni una linea de tus entradas. Gracias por compartir tantos temas relacionados.
ResponderEliminarIsabel se ven estupendas estas magdalenas, hoy he aprendido su origen, Gracias guapa. Besitos.
ResponderEliminargracias por tu visita por mi blog y por quedarte de seguidora. yo llevo visitando el tuyo bastante tiempo y siempre se me había pasado el hacerme seguidora y mira que me regusta todo lo que pones, despistes de una, jejejeje. estas magdalenas tienen una pinta estupenda y jugosas. un abrazo.
ResponderEliminarConsidero que hago una madalenas muy buenas, pero después de leer tu receta me haces dudar.... para saber la diferencia, no me va a quedar mas remedio que hacerlas para poder diferenciar.
ResponderEliminarPero de la haba tonka, no había oído hablar nunca de ella, no se donde encontrarla y mira que me considero conocedora de especies, pero no se puede chulear, que luego te ponen en tu sitio rápido!!
Aparte de tonterías, done la puedo encontrar? En herboristerías?
Besos
Ahora mismo me estoy tomando un café, me llevo dos deliciosas madeleines para acompañarlo.
ResponderEliminarBesos.
Exquisito de verdad.........
ResponderEliminarBesotes
La cocina de Mar
htpp://la-cocina-de-mar.blogspot.com
No conocía la historia de las Madeleines, todas esas creaciones de la época de los reinados me parecen medio románticas, es que me imagino a la gente corriendo en las cocinas y sudando porque su creación guste al rey.
ResponderEliminarSabes que nunca antes había escuchado de las habas tonkas? Me obligaste a rebuscar por internet, curioso que el tenga origen también en Perú porque aquí no se comercializa, por lo menos eso creo...voy a darme una vuelta por el mercado saludable el sábado y pregunto por ella.
Me encantan las madeleines, tienen una forma muy bonita!
ResponderEliminarhoysonrioalespejo.blogspot.com
Tienen que ser una delicia y son tan bonitas y elegantes, me encantan!!!
ResponderEliminarTengo muchísimas ganas de comprar el molde de las preciosas madeleines. Le doy la razón al señor Proust, cuando todo se derrumba, los sabores y olores del pasado persisten, vaya si persisten!!!
Estoy segura de que alguna vez he probado el haba tonka y no me he enterado... Seguro que ha sido en alguna de esas recetas que me han encantado, he intentado deducir los ingredientes y.... uno se me pasa!!! Debe tener uno de esos sabores especiales y sutiles, que encantan y que no eres capaz de ubicar...
ResponderEliminarTengo que encontrar un haba tonka!
Y ostenta el nombre de la repostera hasta hoy en día, a mí me gustan mucho y me encanta ver su forma de conchita. Isabel ¿dónde consigues el haba tonka? YO conseguí una vez que fui a París, pero aquí no encuentro. Bs
ResponderEliminarHOla
ResponderEliminarme ha encantado la historia y como la relatas, y pensando en estas madeleines ya se me estaba haciendo la boca agua ;)
Isabel se ven riquísimas....besitosss
ResponderEliminarMuy interesante la historia de las madeleines. Gracias a aquella jovencita podemos disfrutar de un dulce delicado. Nunca he probado el haba tonka. Habrá que buscarla. A por el traje de exploradora que voy. Besos.
ResponderEliminarElles sont superbes tes madeleines, bravo!
ResponderEliminarBisous
Tienen una pinta....!!! Las tengo que hacer !!. Un beso
ResponderEliminarPues me ha encantado la historia de estos deliciosos bocaditos, pero lo que mas me gustaria es poder tomarme unos cuantos de ellos jeje, te han quedado como todo espectacular. Mil besicos guapa
ResponderEliminarTengo un molde lleno de aburrimiento en la despensa, regalo de mi Madre, tendré que usarlo, para estas delicias!
ResponderEliminarBesos.
Este molde es chulísimo, los bocaditos tienen que estar de escándalo, con un buen café con leche, ideales.
ResponderEliminarBesitos bonita.
Que listiña eres Isabel! y claro te salen unos post de lo más interesante, la historia de Madeleine ya la conocía, pero el haba tonca no tenía el placer.
ResponderEliminarLas magdalenas tienen buena pìnta.
Un besiño
Pues esta te la copio seguro - seguro. Ademas no tardando porque tengo habas tonka. Gracias por la receta.
ResponderEliminarBesos
BeatriZ
Me encantan estas magdalenas, las he probado alguna vez y están muy ricas. Lo malo es que para hacerlas no dispongo de alguno de los ingredientes y me va a ser difícil conseguirlo, como por ejemplo el haba tonka, que ni siquiera conozco. El molde es otra que no lo tengo aunque ese es más fácil de conseguir.
ResponderEliminarTe han quedado de lujo.
Un besín.
La historia del origen de las "madeleines" es una anécdota que descubrí buscando información para una de las entradas de mi blog hace un tiempo. Una improvisación que ha hecho que la receta se haya quedado con nosotros para siempre jamás. Ahora que tú, con ese haba tonka, le has dado un toque más sofisticado, pero también muy acorde con el glamour de la corte de Luis XV, aunque quizás le faltara un cierto exotismo a aquel, ¿no crees?
ResponderEliminarUn besito.
que buenas con el toque de la haba tonka y el perfume de la vainilla
ResponderEliminarbeso
Genial volver a leerte los días que tengo más tiempo. Besos
ResponderEliminarMuy ricas, te quedaron genial y una historia muy interesante besos
ResponderEliminarYo también hice madeleines de haba tonka, realmente le da un sabor exquisito! Gracias como siempre por la introducción histórica, y por la cita de Proust. Me da mucha rabia cuando la gente piensa que se refería a la magdalena tal y como la conocemos en España, no es lo mismo! :P
ResponderEliminarUn abrazo
que ricas! a ver si las hago algun dia que los moldes los tengo!! sabes donde conseguir pasta de vainilla natural, en lugar de la típica liquida de vahine?? besos
ResponderEliminarMe encanta el aroma del Haba Tonka, pero nunca la he utilizado. Esas magdalenas tienen una pinta fantástica. Con esos moldes quedan chulísimas. Me apunto la receta a ver si tengo un ratito......Un besito:)
ResponderEliminarUmmm!! Y mi haba tonka sin usar desde hace mucho!!
ResponderEliminarMe la llevo, me encanta esta versión y tengo un molde por estrenar, es que soy un caso!!
Besotesss
Perfectas como todo lo que sale de tus manos y además riquísimas con ese toque especial que le da el haba tonka.
ResponderEliminarBesitos,
El haba Tonka es deliciosa, especialmente en combinación con chocolate, pero hay que tener cuidado con ella ya que no se debe usar en pacientes en tratamiento con anticoagulantes ya que aumenta el efecto de estos. En 1868 se descubrió la cumarina, un compuesto químico contenido en el haba tonka y que actúa en el organismo como anticoagulante sanguíneo. Un consumo elevado de este componente puede ser mortal, por eso en muchos países está prohibida la comercialización del haba tonka, por ejemplo en Estados Unidos, donde se prohibió el uso de la cumarina en alimentos o como aditivo.
ResponderEliminarSiempre enseñándome cosas, Isabel. No he probado el haba tonka, ni me imaginaba a qué podría saber, supongo que se puede encontrar en semillerías o herbolarios.
ResponderEliminarA ver si la busco y pruebo tu receta.
Voy a ver el resto de lo que has preparado.
Un besito.
El hava de tonka de la GUayana se puede encontrar en http://elsalondelgourmet.com/index.php/tienda-online/producto/383-havas-de-tonka-de-la-guayana-500-gr ELSALONDELGOURMET.COM
ResponderEliminarLa venden en packs de 500 gr