croissants de jamón y semillas

O petit viennoiserie salèe.
Desde la primera vez que hice hojaldre no he vuelto a comprarlo. Hay dos modos de hacerlo; la rápida y la tradicional.
Yo suelo hacerlo de modo veloz a no ser que tenga toda la mañana o la tarde por delante.
Y es que hay que decir algo sobre el hojaldre, una verdad incontestable; no es apto para principiantes.
¿Tan difícil es?, ¿tendré que tirar seis kilos de mantequilla? La respuesta es no, es muy probable que eso no ocurra, pero sí que nos encontraremos ante dificultades tales como:
-La masa base, es decir, sin mantequilla añadida, ha quedado algo seca y se desmiga.
-La mantequilla se me sale de la mezcla y se pega a la mesa.
-Me retumban las meninges de darle golpes al bloque con el rodillo y esto no hay quién lo aplaste.
-Para no volverme tarumba he dejado que se calentase un poco y ahora me chorrea camino de las baldosas de la cocina.
La solución es; práctica y seguir al pie de la letra un buen tutorial sobre el particular (¿vale el mío? faltaría más, dudo que podáis encontrar alguno mejor ;-)
Pero si disponéis de Thermomix, el hojaldre es coser y cantar, cuestión de 20 mn 22 segundos.

En cualquier caso; no hay hojaldre como el casero.
Y tampoco como el francés. Sus croissants se deshacen entre los dedos, desprenden un increíble aroma a mantequilla fresca, densa y perfumada, y los encontramos dulces o salados.
El hojaldre laminado o pâte feuilletée, se introduce en Francia desde Viena, de ahí que los dulces o salados elaborados con este tipo de masa sean conocidos como viennoiseries, pudiendo ser traducido por bollería.

Para su elaboración necesitamos,

- Una lámina de hojaldre casero.
- Jamón york envuelto con queso untable.
- Semillas de sésamo.

Cortamos la lámina en triángulos que comenzaremos a enrollar desde la parte más ancha. Le colocamos en esa parte (la más ancha), un rulo de york relleno de queso de untar a nuestra elección y terminamos de formar el croissant. Se pincelan con clara de huevo y se espolvorea con las semillas.
Hornear a 200º hasta que los veamos dorados y hayan subido.
Si tenemos la masa congelada y la estiramos justo en el punto en que puede ser trabajada, aún muy fría, el hojaldre pujará más en el horno.