agradecimiento y concurso

En el mes de Octubre del pasado año 2010, comenzaba esta aventura casi como un juego.
Mi pasión por la cocina viene de lejos; aún puedo verme a las doce de la noche haciendo lentejas, o macarrones, y comiéndomelos después para que mi madre no se enterase de nada, aunque siempre fracasaba en el intento...
Recuerdo cómo me llevaba las galletas de nata de mi tía a la cama, para tomarme unas cuantas mientras leía una historia de Los Hollister e imaginaba aquellos pestiños calientes y regados en miel de los que siempre disfrutaban tras sus aventuras. No sólo las saboreaba, también las olía imaginando qué se les ponía a aquellas perfectas y doradas galletas para que supiesen a gloria.
Los primeros bizcochos hundidos o demasiado altos, las magdalenas que se negaban a subir, las tartas de fresa y nata montada en spray que se venía abajo a los diez minutos.
Tantos fracasos y tantas satisfacciones, pero siempre cerca de la cocina.
La llegada a mi vida de la Thermomix se reveló como un punto de inflexión, aquellas preparaciones complejas que asustaban y hacían desistir de elaborar tantas y tantas recetas, pasaron a ser realidades que me abrieron un nuevo mundo de posibilidades.
Y los blogs... cuántas mañanas de sábado habré cogido papel y lápiz para sentarme ante el ordenador y llevarme parte de la vida de esas personas desconocidas que contaban sus hazañas en la cocina, en el trabajo, sus problemas o alegrías familiares, personales. Parte de sí mismos.
Tenía, y tengo, decenas de libros de cocina, pero qué agradable me resultaba sentarme y leer cómo aquella receta había sido producto de una casualidad o un fracaso, cómo se había elaborado, paso a paso, qué tal había ido la semana en la oficina o la alegría al ver a una madre salir del hospital tras un largo período de incertidumbre. Nacimientos, muertes, cumpleaños, días del padre, de la madre, concursos. Amistad. Complicidad. Y alma.
Porque aquello, sin saberlo, era lo que me llevaba a la pantalla del ordenador. El alma de la que carecen los libros con sus hermosas fotografías y sus textos canónicos. Tras cada línea, cada guiño, cada foto, cada título, estaba alguien que dedicaba una parte de su tiempo a compartir y transmitir regalos sin precio. Sus recetas favoritas, las heredadas de los abuelos, sus secretos de cocina. Esa parte de sí mismos.
Y sin pensarlo demasiado, un día surgió. Mis amigas estuvieron sosteniéndome al principio, y siguen ahí cada día, comentándome lo mucho o lo poco que les ha gustado ésto o aquéllo; Antía, Patricia, Leti, y todos los que me visitan a diario. Carmeta, Juana, siempre dispuestas a echarme una mano con las recetas. La familia y su infinita paciencia al verme fotografiar sin duda temiendo tener que comer frío, cuando menos templado; -)
Y el Minichef, que corre a ponerse el mandil cuando me ve dispuesta a hacer algo especial, que quiere tocar todos los botones, mezclar todas las salsas y probar todas las masas.
Quiero agradecer al Diario El Comercio su confianza en mí y en el blog cuando aún estábamos en período embrionario. Y que sigan haciéndolo y apoyándome en todas mis iniciativas respecto a él.
Y, muy especialmente, a todos los que cada día piensan "¿Qué habrá hecho hoy Isabel?", y se pasan a verlo, y en muchos, muchisimos casos, dejan un mensaje lleno de cariño y calor. Mi agradecimiento hacia ellos es infinito.
A esas más de mil personas que cada día visitan la web Aliter Dulcia y que quisieron seguirme y conseguir que a día de hoy seamos mil los que compartimos el camino comenzado el 9 de Octubre del pasado año.
Y una ocasion tan especial no puede pasar desapercibida, así que quiero devolver una parte de ese cariño que día a día me sigue sorprendiendo con un sorteo, concurso; un divertimento culinario en definitiva.
Quisiera poder llegar a cada uno de vosotros, agradeceros de modo material ese apoyo incondicional, pero eso resulta imposible, de modo que he pensado, sabiendo como sabéis de mi amor por la cocina de mi tierra, en un concurso de recetas asturianas en puntos de vista distintos. Es decir, que cada uno, esté donde esté y viva donde viva, elija una receta asturiana, o con ingredientes típicos de la gastronomía asturiana, y la haga como sepa, quiera o se invente.
!!Que la cocina asturiana traspase fronteras!!!

El premio, que quiero ofrecer a todos mis seguidores, sean de dónde sean, fuera o dentro de las fronteras españolas, porque desde fuera de ellas también me seguís y no sabéis cómo os lo agradezco, será un lote completo de productos asturianos; quesos con denominación de origen, orujo de sidra, fabes de la granja y un compango como Dios manda para que hagáis una fabada auténtica (prometo adjutar la receta original) con lacón, chorizos y morcillas asturianas y un lote de dulces típicos.
Un menú asturiano de principio a fin. Como comprenderéis, estamos hablando de productos frescos que serán adquiridos en cuanto hayan de viajar hacia su destino, de ahí la ausencia de fotos.
Las bases: podrán participar todos aquellos que lo deseen dejándome en esta entrada su receta o enviándome un mail a aliterdulcia@yahoo.es.
Podéis llevaros el logo, pero desde luego no quiero que nadie lo considere una obligación.
Los que no tengan blog y quieran participar pueden hacerlo igualmente dejándome su receta en la dirección de correo antes facilitada.
El miércoles 15 de junio a las 00 horas finalizará la recogida de recetas y en los siguientes días publicaré un listado con las recetas recibidas.
El jurado estará formado por mí misma y mi madre, una excelente cocinera y conocedora en profundidad de la gastronomía asturiana.

Espero vuestras recetas y aprovecho para agradeceros de nuevo vuestro cariño y amistad, el mejor regalo que yo haya podido recibir. Y un beso fuerte para Reyes, la cocinera-hacker, que me ha retocado el logo. Mil gracias por estar siempre ahí!