pan de ricotta y orégano

Un pan extraordinario. Lo recomiendo encarecidamente.
El ricotta es un falso queso italiano del que ya he hablado en otras ocasiones. Su nombre significa "recocido" y se elabora a partir del suero de la leche que sobra de la elaboración de otros quesos como la mozarella.
No hay mayor problema en sustituirlo por nuestro requesón, aunque el ricotta es algo más dulce y menos denso.
De textura suave y granulosa, tiene una caducidad limitada al tratarse de un queso fresco.
Existen diferentes tipos de ricotta dependiendo del lugar de orígen; podemos encontrarlo de vaca, oveja o búfala, seco o curado con una ligera corteza, ahumado, salado, horneado, etc.
Se trata del queso ideal para rellenar la pasta fresca y puede ser utilizado en postres como la pannacotta o las tartas de queso.

Para su elaboración necesitamos,

- 210 ml de agua templada.
- 1 cucharadita y media de sal.
- 420 gr de harina panificable.
- 1 cucharadita de levadura de panadería seca.
- 1 cucharada sopera de orégano seco.
- 75 gr de ricotta fresco.



Para un pan de 750 gr, 3 h 34 mn.
Colocar los ingredientes en orden en la cubeta de la panificadora, menos el queso y el orégano.
Cuando la máquina pite, a los 17 mn, incorporar el orégano y el queso.

Aunque pareciera que la mezcla no fuese a cuajar, lo hace con un bonito tono tostado y un intenso sabor a queso. Desmoldar, enfriar sobre una rejilla y cortar en rebanadas finas.