cebollas rellenas

Las cebollas rellenas son uno de los platos más reconocidos y representativos de la gastronomía asturiana.
Típicas de las Cuencas, parece aceptado que fueron creadas en El Entrego, población perteneciente al concejo de San Martín del Rey Aurelio, uno de los rincones asturianos que vio levantarse un palacio en sus tierras y ser la capital del actual Principado allá por el año 768. El rey Aurelio, ya anciano y carcomido por la amargura que sus estériles años en el trono le obsequiaron, terminó sus días solo y enfermo. La corte se trasladaría entonces a Oviedo, pero esa ya es otra historia...
Las cebollas son un plato festivo y extraordinario, difícil de encontrar en los chigres y sidrerías. Trabajoso, lento y muy sabroso, merece la pena el esfuerzo de su elaboración.

Para su elaboración necesitamos,

- 8 cebollas.
- Una lata grande de pimientos morrones.
- Dos huevos cocidos.
- Dos latas de bonito en aceite.
- Dos dientes de ajo.
- Cuatro cucharadas soperas de salsa de tomate.
- Vino blanco.
- Harina.
- Aceite de oliva vírgen extra.


Se pelan las cebollas y se ahueca el interior reservando la cebolla sobrante.

Se prepara una farsa con un chorrito de aceite, la mitad de las sobras de la cebolla bien picada, el bonito escurrido y desmigado, los dos huevos bien picados, un pimiento morrón cortado en trozos y dos cucharas de salsa de tomate. Sazonar y rellenar las cebollas.

Preparar la salsa con dos buenos chorros de aceite que cubran el fondo de la olla holgadamente. Añadir el resto de la cebolla sobrante bien picada y dos dientes de ajo.

Cuando se haya pochado ligeramente, sin tomar color, añadir una cucharadita de harina y remover bien, las dos cucharadas de tomate restantes, el pimiento cortado en trozos y un vaso grande de vino blanco. Sazonar.
Introducir las cebollas en la salsa, cubrir con agua hasta alcanzar la mitad de la superficie de la cebolla con cuidado de que no las cubra y dejar a fuego lento hasta que estén tiernas, unas dos horas y media o tres horas. Depende de la cocina y del tamaño y tipo de la cebolla.
Ir añadiendo agua cuando se necesite si vemos que la salsa se espesa demasiado.

Cuando las cebollas estén tiernas, retirar y pasar la salsa por un chino o batidora. Servir muy calientes.