penne con mascarpone y tomates secos

Según la receta de una gran amiga, gran cocinera y experta en cucina italiana.
El marcarpone, habitualmente asociado a las preparaciones dulces por su uso en la elaboración del conocidísimo tiramisú o como acompañamiento del panettone, no es en realidad un queso sino el resultado de añadir un cultivo de bacterias a la nata extraida de la leche que se usa para confeccionar el parmesano. Sin embargo suele ser llamado queso de cuajada aunque se elabora de modo muy parecido al yogur.
Altamente calórico (aporta cerca de 500 calorías por cada 100 gr) y muy delicado, conviene consumirlo una vez abierto. Originario de la zona de Lombardía, concretamente de Lodi, debe su nombre al dialecto lombardo en su acepción mascherpa o mascarpia, que significa crema.
Puede sustitir perfectamente a la mantequilla en el risotto, dándole al arroz un aroma y una cremosidad incomparables.
Los tomates secos son tan habituales en Italia como difíciles de encontrar en nuestro país. También resulta llamativa la diferencia en el precio, siendo mucho más elevado fuera de Italia.
Hay dos modos de secar los tomates: al sol o con deshidratadoras. Con el modo natural el tomate conserva todos los aromas intensificados al máximo. En la región italiana de Puglia, es habitual ver los tejados de las casas llenos de tomates secándose al sol.
Se trata de una receta extremadamente sencilla, en la que, como ocurre habitualmente en la cocina italiana, se obtiene la excelencia basándonos en la calidad de un puñado de productos.

Para su elaboración necesitamos (4 personas),

- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- De 8 a 10 tomates secados al sol.
- 2 dientes de ajo picados finamente.
- 250 gr de mascarpone.
- 125 ml de leche.
- Un puñado de hierbas aromáticas frescas (albahaca, perejil, cilantro, etc)
- 500 gr de penne.
- Sal y pimienta.
- Parmesano recién rallado.


Se pone a calentar el aceite y en él el ajo bien picado y los tomates cortados en tiras no muy finas.

Si vemos que el ajo se dora apartar del fuego y dejar que el sabor del tomate pase al aceite despacio.
Añadir la leche y el queso.

Remover hasta que el mascarpone se haya derretido.

Salpimentar y añadir las hierbas cortadas.

Cocer la pasta en abundante agua con sal. Dejar al dente, entre siete y ocho minutos una vez hierva. Incorporar una o dos cucharadas del agua de la cocción a la salsa. Poner LA PASTA SOBRE LA SALSA, NUNCA AL REVÉS. Remover y servir acompañado de parmesano recién rallado.