whoopie!

Cuando el Señor amish llegaba a casa tras una dura jornada laboral peleándose con los tallos de col y las espigas de trigo, y se encontraba sobre la mesa de la cocina una bandeja de bollitos chocolateados rellenos de marshmallow horneados por la Señora amish, gritaba whoopie! igual que Pedro gritaba Wilma! cuando regresaba de la cantera.

Y cabe pensar, cómo estarán los bollos de los amish que mira que llamar antes al postre que a la propia mujer de uno... Y sí, están muy buenos (los whoopies, no los amish).
Y aquí os encontráis hoy con los originales; bollitos chocolateados rellenos de crema de marshmallow, malvavisco para entendernos.
Me vais a permitir contaros que los hubiese preferido rellenos de una crema pastelera, un ganache, quizá de chocolate blanco o un buen chantilly. Pero vamos, que se dejan comer y nos recuerdan a la bollería industrial que tanto gusta a la gente menuda.

El malvavisco nació en Francia, y se elaboraba con el jugo de la planta conocida como malvavisco, bismalva, altea o hierba cañamera, en el país vecino conocida como Guimauve officinale
Esta planta, familia de la malva, se ha utilizado con fines medicinales, desde la raíz a las flores, por sus propiedades expectorantes, diuréticas, antiinflamatorias y antisépticas. Parece ser que en el antiguo Egipto ya se mezclaba el malvavisco con miel para tratar dolores de garganta. Ha habido distintos procesos que finalmente condujeron a la elaboración francesa, que surgió de la mezcla con clara de huevo montada, aportándole sabor con agua de rosas, entonces se denominó Pâte de guimeauve.

Los malvaviscos se convirtieron en golosinas de confitería y para hacer los malvaviscos similares a los que conocemos hoy, se mezclaba el jugo de la raíz de la planta, con clara de huevo, azúcar y un saborizante, pero en la actualidad la cosa ha cambiado, las nubes ya no incorporan el jugo de la planta que le da nombre, y en su elaboración se encuentran ingredientes como el jarabe de maiz, el azúcar, la clara de huevo y la gelatina.

El Whoopie pie se popularizó en Nueva Inglaterra alrededor de 1930 gracias un programa de radio en el que se promocionaba un libro de recetas titulado Yummy book y que contaba entre sus páginas con la receta del Whoopie pie.
Se cree que es un dulce creado por las mujeres Amish de Pensilvania, alrededor de la década de los 30. 

No les veo yo mucha cara de comer whoopies...

Para su elaboración necesitamos,

- Un huevo mediano.
- 75 gr de azúcar.
- 65 gr de yogur natural (preferiblemente griego) y 10 ml de leche entera.
- 40 gr de mantequilla derretida.
- Una cucharadita de pasta de vainilla.
- 100 gr de harina.
- 40 gr de cacao en polvo de buena calidad.
- Media cucharadita de levadura.
- Media cucharadita de bicarbonato.

- 85 gr de mantequilla pomada, 140 gr de azúcar glass tamizado y 100 gr de Marshmallow Fluff para el relleno.

Batir huevo y azúcar hasta que la mezcla blanquee, añadir el batido de la leche, yogur y vainilla. Mezclar bien. Incorporar la mantequilla derretida y volver a batir. Añadir por último la harina tamizada con cacao, levadura y bicarbonato.
Preparar el relleno batiendo juntos los tres ingredientes, a velocidad alta, unos 5 mn. Reservar en el frío para que coja cuerpo.
Con manga y una boquilla de abertura grande, hacer montones redondos de masa sobre una bandeja forrada con papel. Hay que tener en cuenta que al calor expanderán, dejar cierta distancia entre ellos.
Meter en horno precalentado a 180º unos 10 mn, hasta que estén firmes al tacto. Dejar enfriar completamente sobre una rejilla y rellenar de dos en dos con la crema.

Millones de cosas más que he de contar.
Esta receta lleva en su masa grasa vegetal Crisco, la podéis adquirir aquí. Pero vamos, que no os aconsejo ingerirla o hacérsela ingerir a nadie por mal que os caiga ;)
La pasta de Marshmallow Fluff aquí. De fresa o vainilla.

Y, por último pero no por ello menos importante, os cuento que tengo fans.
Sí, esas personas que te siguen y a quienes les caes bien. Tengo unos pocos, pero muy buenos.
Y entre ellos está Carme que fue quien me pidió una buena receta de Whoopies. Para ti con todo el cariño y mis deseos de que, cuando te decidas a hacerlos, los disfrutéis.

Y por último de lo último, ayer, yendo yo a ver al Minichef que estaba "suelto" en un cumpleaños de una amiga, ¡me reconocieron por la calle!, ¿qué os puedo decir? flipé.
Pero mucho.
Chicas, saludos desde el blog ;)

Finally!! júrolo; ¡hoy empiezan las obras en el local!! el techo se viene abajo para preparar el acondicionamiento de la insonorización. Tengo ganas de ponerme un casco y emocionarme viendo cómo caen cascotes, pero creo que me quedaré en casa comiendo whoopies!