Un pan japonés basado en el óleo Niños comiendo melón y uvas, de Bartolomé Esteban Murillo.
Bartolomé Esteban Murillo nació en la ciudad de Sevilla en los últimos días de 1617, siendo bautizado en la iglesia de la Magdalena el 1 de enero de 1618. En el certificado de bautismo consta que sus padres se llamaban Gaspar Esteban y María Pérez, pero Murillo adoptaría el segundo apellido de su madre, el de su abuela materna, y con él se daría a conocer. A pesar de ser el último de catorce hermanos, se crió sin estrechez, dado que su padre era un barbero cirujano con buenos ingresos.
El 3 de abril de 1682 Bartolomé Esteban Murillo dijo adiós a la vida, de la que se despedía ya muy falto de fuerzas. Su última voluntad fue que se le enterrase en su parroquia de Santa Cruz y que se le dijeran misas en dicha iglesia y en la del Convento de la Merced.
A penas terminar de dictar su testamento le faltaron fuerzas para seguir hablando y murió breves instantes después. Al día siguiente, el 4 de abril, fue enterrado tal y como él había pedido. Esta iglesia, la de Santa Cruz, desapareció durante la ocupación francesa en Sevilla, y su solar lo ocupa actualmente la plaza de Santa Cruz, en cuyo subsuelo y en lugar ignorado reposan los restos del gran pintor.
Este pan, muy parecido a la concha mexicana, se consume en Japón en cualquier época, y no tiene sabor a melón ni lo incluye en su masa, aunque en los últimos tiempos se les están añadiendo saborizantes.
Con un exterior superior crujiente, al modo de una galleta, obtenemos un pan dulce y suave, ideal para desayunos y meriendas.
Para su elaboración necesitamos,
Masa,
- 300 gr de harina de fuerza.
- Un cuarto de cubo de levadura fresca.
- 40 gr de azúcar glass.
- 120 ml de agua caliente.
- Un pellizco de sal.
- Dos cucharadas soperas de leche en polvo (opcional).
- Un huevo.
- 30 gr de mantequilla en pomada.
Cobertura,
- 50 gr de mantequilla en pomada.
- 80 gr de azúcar glass.
- Un huevo.
- 180 gr de harina.
- Azúcar para espolvorear.
Diluir la levadura en el agua. Para la masa, mezclar todos los ingredientes menos la mantequilla, cuando los ingredientes se hayan integrado añadir la mantequilla y seguir amasando hasta que obtengamos una masa lisa que no se pegue a las manos. A manos unos 15 mn, con el gancho de la Kitchen Aide a velocidad media subiéndola hacia el final, unos 8 mn.
Dejar levar la masa en lugar seco, por ejemplo el horno apagado.
Para preparar la cobertura mezclar todos los ingredientes hasta conseguir una masa como para galleta.
Separar en pequeños trozos del mismo peso y estirar en forma circular entre dos papeles film.
Desgasificar la masa levada y cortar en trozos del mismo peso. Amasar hasta formar bolas y pegar con un poco de agua sobre la masa de cobertura estirada. Recoger el papel film en forma de moño para que la masa de cobertura se adapte a la forma de la masa del pan. Despegar del papel y colocar sobre la bandeja de horno, marcar unas incisiones en forma de damero sobre la cobertura y espolvorear con azúcar. Dejar levar unos 30, 40 mn en lugar seco y cálido.
Hornear a 200º hasta que haya dorado y al tocar suene hueco. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Bartolomé Esteban Murillo nació en la ciudad de Sevilla en los últimos días de 1617, siendo bautizado en la iglesia de la Magdalena el 1 de enero de 1618. En el certificado de bautismo consta que sus padres se llamaban Gaspar Esteban y María Pérez, pero Murillo adoptaría el segundo apellido de su madre, el de su abuela materna, y con él se daría a conocer. A pesar de ser el último de catorce hermanos, se crió sin estrechez, dado que su padre era un barbero cirujano con buenos ingresos.
Los años de adolescencia y primera juventud de Murillo, aunque huérfano desde antes de cumplir los diez, no transcurren en un ambiente de desafecto, sino al lado de una hermana bastante mayor que él que le sirve de segunda madre y del marido de ésta, que probablemente le profesa un amor paternal, pues seguirá ejerciendo la tutoría una vez viudo y casado en segundas nupcias. Por otra parte el nuevo hogar, aunque no era de gran holgura económica, no debía de ser tampoco de gran estrechez y, sobre todo, era de un bienestar tal vez similar al del paterno.
El año de 1645 abre una nueva era en la vida familiar de Murillo. El 26 de febrero, cumplidos los veintisiete, contrae matrimonio en la misma iglesia de la Magdalena en que fuera bautizado, con doña Beatriz Cabrera y Villalobos.
Las familias de ambos contrayentes se conocían de antiguo y es posible que en principio concertaran la boda sin consentimiento total de la novia, porque ésta, al realizarse la petición de las amonestaciones, el 7 de febrero de ese mismo año, declaró llorando que la obligaban a casarse en contra de su voluntad, lo que motivó la suspensión del enlace. Sin embargo, seis días después, rectificó sus declaraciones y manifestó sus deseos de casarse, por lo que finalmente el matrimonio fue autorizado. Sobre este episodio se ignora la causa que motivó la primera negativa de la novia, así como las circunstancias que le movieron a cambiar de opinión en tan pocos días. Estos dubitativos comienzos del enlace no dificultaron que los novios se consolidaran en una pareja en apariencia armoniosa y perdurable, en cuya estabilidad debió influir la buena posición social que pronto alcanzó Murillo.
Las familias de ambos contrayentes se conocían de antiguo y es posible que en principio concertaran la boda sin consentimiento total de la novia, porque ésta, al realizarse la petición de las amonestaciones, el 7 de febrero de ese mismo año, declaró llorando que la obligaban a casarse en contra de su voluntad, lo que motivó la suspensión del enlace. Sin embargo, seis días después, rectificó sus declaraciones y manifestó sus deseos de casarse, por lo que finalmente el matrimonio fue autorizado. Sobre este episodio se ignora la causa que motivó la primera negativa de la novia, así como las circunstancias que le movieron a cambiar de opinión en tan pocos días. Estos dubitativos comienzos del enlace no dificultaron que los novios se consolidaran en una pareja en apariencia armoniosa y perdurable, en cuya estabilidad debió influir la buena posición social que pronto alcanzó Murillo.
Muy pronto Beatriz Cabrera y Bartolomé Murillo comenzaron a tener descendencia, que con el paso de los años llegaría a ser muy numerosa. En 1646 nacería su primera hija, María, y un año después, José Felipe. De ninguno de los dos se encuentran noticias posteriores, por lo que debieron de morir a edad temprana.
Tras casi una vida de desarrollo de su carrera en el Sur, es llamado a Madrid por Carlos III, a lo que se niega por encontrarse ya muy mayor. Estamos ante un pintor de sesenta y cuatro años, viudo y sólo, puesto que los hijos que le quedaban habían ido abandonando el hogar paterno. Estamos en 1681 y nuestro pintor aparece ahora registrado en la parroquia de Santa Cruz, en la que sería su última casa. En ella realizaría también el que fuera su postrer encargo pictórico, que no llegó a terminar: las pinturas del retablo de los Capuchinos en Cádiz, que debió de comenzar a finales de 1681 o principios de 1682.
Se encontraba pintando el retablo de los Capuchinos de Cádiz, obra de grandes dimensiones para la cual requería de un andamio para ejecutar las partes superiores, cuando tropezó y cayó, lo que provocó que se le saliesen los intestinos como consecuencia de una hernia anterior que padecía. Esto, al parecer, le llevó a la muerte, pero no en el acto, ya que Murillo, aunque maltrecho, sobrevivió unos meses más.El 3 de abril de 1682 Bartolomé Esteban Murillo dijo adiós a la vida, de la que se despedía ya muy falto de fuerzas. Su última voluntad fue que se le enterrase en su parroquia de Santa Cruz y que se le dijeran misas en dicha iglesia y en la del Convento de la Merced.
A penas terminar de dictar su testamento le faltaron fuerzas para seguir hablando y murió breves instantes después. Al día siguiente, el 4 de abril, fue enterrado tal y como él había pedido. Esta iglesia, la de Santa Cruz, desapareció durante la ocupación francesa en Sevilla, y su solar lo ocupa actualmente la plaza de Santa Cruz, en cuyo subsuelo y en lugar ignorado reposan los restos del gran pintor.
Murillo pinta hacia 1650 este óleo sobre lienzo que representa a unos niños comiendo uvas y melón. Sevilla es en el XVII una ciudad importante; aquí reside la Casa de Contratación de Indias que se encarga de todo lo referente al tráfico marítimo con las Américas. En esta ciudad confluyen extranjeros, banqueros, hombres de negocios. Es una ciudad culta, más que otras de España. Entre las personas que llegan está Nicolás Ormazur, amigo y mecenas del pintor, natural de Amberes, importante comerciante de sedas y muy aficionado a la poesía. Esto permite a Murillo salir de los habituales temas religiosos, los más numerosos en este periodo, para adentrarse en el mundo de los niños y niñas a los que pintará en repetidas ocasiones. El pintor sevillano recoge en sus cuadros a esos niños y niñas de la calle que vería en sus paseos por Sevilla; niños pilluelos, pícaros, harapientos, piojosos, etc. Son cuadros de género de personas reales, según el tipo de cuadros que también se hacían en Flandes e Italia. El interés por los niños ya aparece en sus cuadros religiosos, cuando el Niño Jesús solo o con su primo Juan Bautista se convierte en el centro del cuadro. Pero en este caso es un tratamiento profano el que se da. Estos cuadros constituyen el único producto cultural que aborda el mundo infantil en una época en la que los niños estaban ausentes de la creación literaria y pictórica. Apenas contaba con una tradición en la que inspirarse al retratar su mundo infantil. Fue el primero que desarrolló escenas de carácter costumbrista protagonizadas por niños. Suelen ser un cuadro de mediano formato para poder situarlos en las habitaciones de los burgueses que pueden comprarlos. Esta serie de cuadros tiene una estructura bastante semejante. La linea diagonal barroca, como eje compositivo, aparece con claridad en todos ellos. En este caso, la línea es doble: una va de la uva al melón, y la otra une las dos caras de los niños. La luz, sesgada, entra por la izquierda del cuadro; se produce un estimulante juego de luces y sombras tenebristas sobre un fondo oscuro bastante neutro. En uno de sus ángulos del primer término, aparece un bodegón de frutas, muy al estilo barroco, ya de por sí merecedor de un cuadro.
Este pan, muy parecido a la concha mexicana, se consume en Japón en cualquier época, y no tiene sabor a melón ni lo incluye en su masa, aunque en los últimos tiempos se les están añadiendo saborizantes.
Con un exterior superior crujiente, al modo de una galleta, obtenemos un pan dulce y suave, ideal para desayunos y meriendas.
Para su elaboración necesitamos,
Masa,
- 300 gr de harina de fuerza.
- Un cuarto de cubo de levadura fresca.
- 40 gr de azúcar glass.
- 120 ml de agua caliente.
- Un pellizco de sal.
- Dos cucharadas soperas de leche en polvo (opcional).
- Un huevo.
- 30 gr de mantequilla en pomada.
Cobertura,
- 50 gr de mantequilla en pomada.
- 80 gr de azúcar glass.
- Un huevo.
- 180 gr de harina.
- Azúcar para espolvorear.
Diluir la levadura en el agua. Para la masa, mezclar todos los ingredientes menos la mantequilla, cuando los ingredientes se hayan integrado añadir la mantequilla y seguir amasando hasta que obtengamos una masa lisa que no se pegue a las manos. A manos unos 15 mn, con el gancho de la Kitchen Aide a velocidad media subiéndola hacia el final, unos 8 mn.
Dejar levar la masa en lugar seco, por ejemplo el horno apagado.
Para preparar la cobertura mezclar todos los ingredientes hasta conseguir una masa como para galleta.
Separar en pequeños trozos del mismo peso y estirar en forma circular entre dos papeles film.
Desgasificar la masa levada y cortar en trozos del mismo peso. Amasar hasta formar bolas y pegar con un poco de agua sobre la masa de cobertura estirada. Recoger el papel film en forma de moño para que la masa de cobertura se adapte a la forma de la masa del pan. Despegar del papel y colocar sobre la bandeja de horno, marcar unas incisiones en forma de damero sobre la cobertura y espolvorear con azúcar. Dejar levar unos 30, 40 mn en lugar seco y cálido.
Hornear a 200º hasta que haya dorado y al tocar suene hueco. Dejar enfriar sobre una rejilla.
No puedo creer que sea la primera!! Ya me podías mandar algunos para desayunar, que hemos acabado con todo el pan que hice para desayunar.........
ResponderEliminarTiene una pinta estupenda!!!!!!!
Que tengas buen sábado.
Que pinta mas buena....me imagino el olor al verlo!! jejeje, un besuco!!
ResponderEliminarQue bueno!, se ve muy rico y esponjoso el pan!
ResponderEliminarHoy si que llego a tiempo para desayunar así que un trocín es mio porque tiene que estar bien rico.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
yo quiero probarlo, tengo unas ganas, a ver si pronto tengo un hueco y me pongo a ello, tienen una pinta buenísima :)
ResponderEliminarUn cuadro maravilloso... se me van los ojos a los pies de esoso niños que dan ganas de ducharlos con estropajo y todo! No conocía ese pan pero no tardaré mucho... Besos
ResponderEliminarTres obras de arte en una: el cuadro, tu análisis y el pan.
ResponderEliminarMe gusta que cuentes la historia de los pintores.
El pan ya me gustaría hacerlo...superada la fase de la repostería. Algún día, espero pronto.
Ayer se me fastidió el servidor o lo que fuera y por eso no pude poner el texto. Ya está solventado. Gracias por tu visita :-)
Muy buen finde.
bello.
ResponderEliminare bella la scelta del dipinto.
Que buena pinta tiene este pan! mañana no me puedes copiar lo que es la cupcake en si porque tenemos un curso de galletas, eso si NAVIDEÑAS entre manos no? jeje espero que este todo ok para mañana, yo ya estoy planeando mi viaje, y rezo para el huerna no este nevado!!!. 1 saludo de Maria uvaspanyqueso
ResponderEliminarSiempre es interesante leer tus comentarios sobre obras de arte y me fascina como lo unes a alguna receta. Ahora que las masas y yo hemos llegado a entendernos, me atreveré con el que nos traes hoy. ¡Qué miga! Besos.
ResponderEliminarInteresante entrada y el pan tiene que ser pura delicia!! Besos
ResponderEliminarUn pan elaborado pero simplemente delicioso.Besos y feliz finde.
ResponderEliminarSiempre he querido probar este pan japonés *_* Muchas gracias por la receta, lo haré segurísimo!!:) Besos!!
ResponderEliminarTe han quedado estupendos!!
ResponderEliminarIsabel manejas las masas estupendamente
Mil besossssssss
Se ve delicioso, Y el articulo que acompana semejante receta expectacular! Besos desde Puerto Rico!
ResponderEliminarCada vez que te visito descubro información nueva. Es estupendo pasearse por tu cocina. No conocía esta receta que se buenísima. Besos.
ResponderEliminarPues que ricos estos panecillos no los conocía la historia muy interesante te han quedado de 10
ResponderEliminarbesitos
http://mipasioncocinar.blogspot.com/
Estupendo pan. Cuando yo estudié, el profesor de Historia del Arte se saltó a Murillo porque nos dijo que no merecía la pena, que no era muy bueno...
ResponderEliminarQué historia tan bonita, y con tantos datos... No tenía ni idea.
ResponderEliminarEl pan fabuloso, de los mejores que has hecho, creo yo.
Que tengas un buen puente, o acueducto jajajaja
Un beso.
Una maravilla de corte, me encantan! Un besazo.
ResponderEliminarQué rico, de sabor supongo que será como una especie de torta, no? Me lo apunto para hacero!;)
ResponderEliminarLooks very good!
ResponderEliminarMenudo pan! Se ve increible! Y la entrada muy interesante.
ResponderEliminarBuen finde!!
se ve deliciosos esos panecillos no tardare en hacerlo un beso
ResponderEliminarLa de cosas que aprendo siempre contigo, no conocia este pan y es muy curioso. Genial
ResponderEliminarBesines
Isabel, si los restos de Bartolomé Murillo pudieran oler este pan, sin lugar a dudas, podríamos saber dónde descansan ... estarían en danza hasta poder probarlo.
ResponderEliminarEnhorabuena por la cultura histórica con la que nos deleitas en cada entrada.
Muchísimas gracias. Xtos xulísima.
El cuadro es magnifico, y el pan se ve delicioso, una entrada preciosa para el sábado.
ResponderEliminarUn besito
El cuadro es precioso y el oan como siempre espectacular.
ResponderEliminarBicos mil y feli puente wapa.
una entrada espectacular en todos los sentidos ,me alimenta leerla y verla!!
ResponderEliminarbesos**
Hola Isabel.
ResponderEliminarMenudo pan! Ya me he guardado la receta, me viene genial, yo siempre desayuno pan tostado con mermelada, por supuesto casero, así que la próxima vez que hornee voy a probarlo. Tiene una pinta irresistible.
Un saludo.
Que rico este pan!! Me encanta!!! :)
ResponderEliminarEl cuadro es súper bonito y la historia muy interesante!
Un besote guapi
este pan hace tiempo que le tengo ganas siempre me parecio curioso te quedo de lujo y ese cuadro siempre me gusto
ResponderEliminarIsabel,tres maravillas en tu post,el cuadro,la biografia de Murillo y tu delicioso pan¡¡¡
ResponderEliminarMe encanta que nos sigas relatando en tus post parte de nuestra historia.
Un besote enorme preciosa y feliz fin de semana.
Es difícil dejar de mirar ese cuadro. Y tu pan tiene que estar que ni pintao!
ResponderEliminarCon una Cafesito, uhy que rico!
ResponderEliminarNo sé qué ha pasado con mi comentario...Te decía que me ha enamorado este pan, me lo voy a llevar a mi cocina para probarlo en cuanto pueda, hoy hay que poner el arbolito, mis niñas ya no aguantan más...
ResponderEliminarMe gusto mucho ese pan Isabel, y quiero decirte que mi abuelo comía las hogazas, así como el melón...y melón con pan, todavía es costumbre en mi hijo jajajajaja....venimos por aquí y aprendemos cocina y arte...curioso.
ResponderEliminarBesos
Me gusta mucho tu pan ,lo probaré,yo hoy hice uno de calabaza,como sigamos haciendo panes vamos a arruinar a las panaderías.besinos
ResponderEliminarQue bueno Isabel ..esta receta la tengo apuntada de una web japonesa ...jaja pero la tengo en cuarentena ..por eso de las cantidades y de los aromas que le echan que no los encuentro ...ahora ya veo los que has hecho tu es un poco diferente a la receta que tengo ..pero el resultado tiene que ser genial ..esas combinaciones con frutas ..que buenas ..sigo con problemas de enlace de mis publicaciones con blogguer por eso no os saltan en vuestos blogs que seguis ...me está matando y no contesta a la petición de resolver el problema ...es la monda lironda ...me estoy pensando pasar a .com ...a ver que puedo hacer ...yo te invito a una caldeirada de maragota bsssMARIMI
ResponderEliminarEsa cobertura tiene que ser fantástica,melo apunto.
ResponderEliminarSaludos
Este pan es una delicia, menuda esponjosidad, sigo tomando buena nota eh!!
ResponderEliminarFeliz finde. Besitos.
¿te cambio unas cuantas brownies-cookies por un pan? ¿te parece? ^^
ResponderEliminarme voy babeando por este pan.
besotes!! ;)
Isabel, como siempre aprendemos contigo, gracias. No conocía este pan y he disfrutado tanto de tu relato y explcaciones sobre Murillo y este cuadro suyo y de la receta del pan que, seguro, debe estar muy bueno para esos desayunos tranquilos que me gustan a mí.
ResponderEliminarBss.
La cocina de Mar
http://la-cocina-de-mar.blogspot.com/
Hola guapa tu
ResponderEliminaruna información fantastica, como siempre y una receta genial, conocia la existencia de este pan, pero desconocia su formula
gracias por compartirla, i mil petonets Susanna
Ya estuve esta mañana pero no hubo manera de dejar comentarios. Estoy de blogger hasta el moño! Isabel, este pan se ve delicioso. La academia de las artes y de las ciencias debería darte algún reconocimiento por difundir la cultura española de una forma tan apetitosa.....gracias una vez más por tu clase de arte. Un abrazo.
ResponderEliminarLos niños, las uvas, el melón, el pan, la historia...otra entrada sin desperdicio.
ResponderEliminarBesos.
Que ganas de pegarle un pellizquito a esa molla jeje Besos!
ResponderEliminarAna de: 5 sentidos en la cocina
Ya de por si merecedor de un cuadro, como este pan tuyo que se merece un marco y dorado....que rico se ve!!!! me ha encantado la entrada, como es natural en estas entradas tuyas, todo arte y cultura...me gustan. Besosss.
ResponderEliminarSiempre me pasa lo mismo, dudo entre el plato que nos haces, siempre exquisito y la historia que nos cuentas y recuerdas, porque en mis tiempos de colegio, ya muy lejanos, creo que estudiamos más historia y arte, que lo que se enseña ahora.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho todo.
Besitos
Un pan delicioso que se parece un montón a uno que le gusta a mi madre muy típico de acá!!
ResponderEliminarMil besotes linda :D
Me encanta este cuadro de Murillo y el pan te ha quedado fantástico,como siempre!
ResponderEliminarBesos!
Anna
Qué pan con qué historia tan original! tiene que estar delicioso viendo las fotos y la descripción
ResponderEliminarVaya currada con la historia, pero muy interesante.
ResponderEliminarEl pan dice cómeme! tanto lo dice, que mañana por la mañama lo haré. Tiene una pinta fantástica
Besos
¡Menuda entrada más interesante! Me gusta todo, lo que nos cuentas y el pan.
ResponderEliminarBesos.
Vaya miga que tiene este pan..con melon no, porque no me gusta...pero me lo cmia asi solico a bocaos!!mmmmmmmm..el cuadro es genial..un besoo
ResponderEliminarIsabel, tiene una pinta estupenda...ideal para mi desayuno de mañana...jajaja con una mermelada casera y mi café!!!
ResponderEliminarbicos
Isabel, que maravilla de receta. Te ha quedado un pan estupendo, me encanta para el desayuno de mañana. un besazo.
ResponderEliminarcosicasdulces.blogspot.com
El pan, la cobertura, la introducción a la receta, y las fotos, si es que me ha gustado todo¡ Un fuerte abrazo, Teresa
ResponderEliminarSon una chulada de panes, que ricos que se ven para el desayuno.
ResponderEliminarBesos
Aunque sea tarde no podía dejar de pasarme por tu cocina para tener mi lección de Arte y llevarme un trozo de este estupendo pan, para desayunos o meriendas.
ResponderEliminarBesos.
Que pan dulce tannn rico, se ve espectacular, para un desayuno debe estar divino.
ResponderEliminarBesos
Un pan con mucho.. arte. Y para el desayuno ideal.
ResponderEliminarNunca fallas, me encantan estas recetas tan bien ilustradas, esta en especial me han encantado las imágenes, dan ganas de meterse y coger un cachito :)
ResponderEliminarPensaba que me habia vuelto majareta, al leer, melon pan..pero nooo luego me he vuelto majareta al verlos, mmmm que pinta,estoy deberia de poder traspasar pantallas,alargar la mano y zas! poder desayunar con uno de tus panes,...me llevo la receta,un beso y que tengas un buen domingo
ResponderEliminarMURILLO, un PINTOR con mucha HISTORIA... la misma que va a tener TU PAN :)
ResponderEliminarMe estoy haciendo adicta a este tipo tuyo de entradas. Los panes divinos.
ResponderEliminarBuen día
Me encanta!!!Besos
ResponderEliminar¡qué bonita historia para leer un domingo por la mañana y qué pinta el pan!!! lo malo es no tenerlo en casa.
ResponderEliminarBesetes
Qué bonita la entrada, cuando vi el título me asusté, ¿pan con sabor a melón? ¿cómo será eso? Pero nunca me defraudas, un pan estupendo, con una miga riquísima.
ResponderEliminarMuchos besosss y feliz domingo!!!
Me encanta leer tus post. Mi abuelo se bautizó en la iglesia de Santa Cruz en Sevilla y la Iglesia de la Magdalena es una de las que tiene más solera en Sevilla. Una de las hermandades de La Madrugá sale de allí.
ResponderEliminarEl pan tiene una pinta estupenda, anda que no saben nada en Japón...
Besos
Este pan, tiene una pinta estupenda, además por dentro parece croissant...
ResponderEliminarUn besito
Pero qué delicia de pan, una maravilla.
ResponderEliminarSaludos
Madre mia que bueno debe estar este pan dulce!! tiene un aspecto ideal! un beso
ResponderEliminarGuapa solo quería decirte que te animes a preparar brazo de gitano, que ya veras... no se rompe, yo tenía el mismo miedo y mira como quedó el tronco de navidad :) así . que animate
ResponderEliminarMuy refrescante visitarte, Si me lo permites te sigo tambien por este blog. besos
ResponderEliminarNo saben nada en Japón!!!! y en Gijón ya ni te cuento! con un pan de estos debajo del brazo era capaz yo de hacerme el camino de Santiago! ahora, sin el pan........ me niego!
ResponderEliminarbesiños salseros Aliter!
Tito! :)
Que receta mas rica y te ha quedado un pan riquissimo
ResponderEliminarbesos!!
¡Delicioso pan! y otra de tus entradas muy interesante. Me gusta esta combinación que haces de historia del arte y gastronomía.
ResponderEliminarUn besín.
Un trocito con una onza de chocolate sería una merienda estupenda.
ResponderEliminarUna entrada preciosa.
Besos
Ummm, se ve estupendo este pan, con una miga muy fantástica.
ResponderEliminarUn besín.
Cómo me gustan a mí estas entradas. Y esos panecillos...no dejaba ni las migas.
ResponderEliminarUn abrazo
Una entrada muy interesante y un pan bárbaro...
ResponderEliminarBesiños
¿Un pan japonés, que no sabe a melón, y se llama melón? Este es un jeroglífico harto complicado, Isabel. Y ya una no está a estas horas para descifrar misterios más que el de encontrar el modo de ir a la cama a descansar, je je.
ResponderEliminarBromas aparte, si Murillo hubiera encontrado este pan, no creo que le hubiera dado tiempo a retratarlo, porque tiene un pellizco .... je je je. ¿Dije bromas aparte? Posiblmente. La memoria ya me castiga.
Un beso fuerte, y feliz semana!!
Que rico y esponjoso se ve el pan, me encanta como te ha quedado Isabel. La entrada fabulosa!!! Besitos.
ResponderEliminarexquisito con cobertura me encanta,abrazos.
ResponderEliminarSe ve super super rico y super tierno! te ha quedado impresionante Isabel!
ResponderEliminarQué bueno!! de presencia se parece a un pan dulce, de leche y además de sabor será de 10 sin dudarlo!! :)
ResponderEliminarIsabel, si un post es interesante el otro mas.
ResponderEliminarbss
Isabel, este pan tiene que estar riquisimo, besos
ResponderEliminarLa calidad a la par que el cuadro, una maravilla.
ResponderEliminarComo siempre enhorabuena.
Besitos
Isabel ese pan te quedo
ResponderEliminar¡¡¡¡¡Para comerselo!!!!!
Besos
parece decir comeme! espectacular.
ResponderEliminarsaludos.
http://conaromaacaserito.blogspot.com/
Isa!! eres la reina de los panes de mi casa!! y yo buscando el melon por ahi... jajjaaa
ResponderEliminarvaaaale, siiii, soy un poco desastre.. pero ni el pan del libro "pan" de xabier barriga, me queda taaaan rico como el tuyo!
ja! a ver cuando publicas un librito tu guapa!!
un besazo!! y aunque hace mucho que no comento por falta de tiempo... te quieroooo!! :)
Uau!!!! Vaya pan espectacular. Desde luego eres una experta en la materia y yo que sigo sin comprarme la panificadora, con lo que podría aprender contigo!!! Bueno ahora estoy bastante liadilla pero en cualquier momento me lanzo a experimentar con tus panes! Un besito:)
ResponderEliminarHola Isabel. Mejor no podía ser la introducción a este pan. Si el cuadro es espectacular el pan que has hecho no se queda atrás. Esponjoso y tierno por su interior y con una pequeña capa crujiente por el exterior. Un pan para disfrutarlo.
ResponderEliminarSaludos
Tiene que estar para mojar! Yo lo quiero con un chocolate, porfa!
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