pan blanco

Los Reyes me trajeron de Oriente una panificadora.
Recibí el aparato con ansia y agradecimiento, para pasar a las 24 horas a querer devolverla a Sus Majestades con palabras no demasiado convenientes para ser utilizadas con la realeza...
Me dispuse a hacer un bizcocho de limón, cosa sencilla donde las haya. Cogí el manual que lleva por título "Del pan a la baguette",  mezclé mantequilla, huevos, harina, levaduras, ralladuras y "on".
A las veintisiete horas, porque el aparato es lento... tenía un bizcocho hundido. Primera decepción, pero como una es perseverante y no se rinde ni en la Maratón de New York con zapatos de tacón, ataqué un pan simple con programación nocturna; metí todo en la cubeta, orden indicado, cantidades pesadas, pulsado de botones correctos y a la mañana siguiente tenía una plancha de dos centímetros de masa requetetostada.
Llegó el tercer intento, esa misma mañana. Unas baguettes sencillas, panes blancos sin complicación. Amasado en orden, cantidades pesadas, de nuevo el manual al pie de la letra. Y resultado; una masa líquida que al disponer sobre la meseta tuve que mezclar con siete kilos de harina para que ligara, resultado (de nuevo) unas barras de pan duras como piedras. Y lo peor es que tuve que meterlas en el horno, porque el programa de la máquina había desaparecido como por ensalmo y no fui capaz de encontrarlo. En una pantalla microscópica con cuatro botones!!! válgame Dios...
Pero sigo, y lo intento, y hasta que no lo consiga no paro, como si he de acabar con toda la producción harinera salmantina. Esta mañana intenté un pan blanco, leche, harina, levadura, sal y azúcar. Y salió.
Pero no canto victoria, porque ha sonado la flauta no sé por qué extraña casualidad, así que en breve estaré con todos ustedes, damas y caballeros con aquello de "no intenten en sus casas lo que van a ver a continuación". La crónica de un fracaso. Del cuarto fracaso con el mismo aparato del demonio.
A todos aquell@s orgullosos propietarios de una flamante Moulinex Home Bread Baguette, o similar, les suplico información y consejo. O soy más torpe de lo que pensaba o se me ha olvidado leer en español, y todo puede ser, que hace muchos años que aprendí...

Para su elaboración necesitamos,

- 310 ml de agua.
- 1 y 1/2 cc de sal.
- 1/2 cc de azúcar.
- 520 gr de harina de fuerza blanca.
- 1 cc de levadura de panadería seca.


Pesar muy bien todos los ingredientes. Lo he hecho con la báscula de la Thermomix. Y meterlo todo aquí (la máquina del demonio)

Agua.

Sal y levadura con la misma medida. Y digo yo, ¿1 cc no eran 3 gr de levadura o de sal? si alguien sabe si la cucharita que acompaña a la máquina del demonio mide en cc que me lo diga, por favor. Tiene una muesca a la mitad, que imagino, sólo imagino que será 1/2 cc y la parte completa 1 cc.

El orden es tal cual: agua, sal y azúcar, y sobre ella la harina con la levadura encima al parecer para que no entre en contacto con el agua. ¿Será así panader@s del mundo? Junto con el de la medida de la cucharilla es uno de mis grandes dilemas.
He usado levadura comprada en panadería, para que no haya dudas. ¿Cuánto dura? Me han dado como 100 gr del preciado polvillo...

Pero esta vez, !oh, milagro!, la masa se ha unido formando una bolita saltarina. Véase siguiente foto.

Para todo esto he utilizado masa para una barra de 750 gr. Programa 5 de la máquina, color medio de la corteza y ha tardado la friolera de.... 3 horas y 34 minutos!!!

Estaba bueno, no sabía a levadura, ni se humedeció la masa, ni quedó duro, ni demasiado blando pero... ¿cuánto durará esta racha?
En las dos ocasiones anteriores que intenté hacer pan con el aparato del demonio la masa quedaba líquida, es decir, no se unía en bola móvil como en esta oportunidad.
Os agradezco y os suplico, ayuda.
Seguiremos informando.

Muchas gracias a Eva, de Ma Petite Boulangerie, gracias a ella creo que podré superar el bache...