29 de octubre de 2011

la rosca conventual

Rosca de brioche con ron y yogur basado en el óleo San Hugo en el refectorio de los cartujos de Francisco de Zurbarán.



Francisco de Zurbarán nace en Fuente de Cantos (al sur de la provincia de Badajoz) el 7 de noviembre de 1598. A los 16 años, y durante tres años, fue aprendiz en el taller sevillano de Pedro Díaz Villanueva, un pintor de imágenes piadosas. Una vez terminado el aprendizaje, Zurbarán se fue a Llerena. Con dieciocho años se estableció como pintor y al año siguiente contrajo matrimonio por primera vez con María Páez, una mujer viuda, diez años mayor. Se casaron en 1618 y ella murió en 1623. En 1625 contrajo matrimonio con Beatriz de Morales, también viuda y mayor que él. En 1644 fue su tercer y último matrimonio con Leonor de Tordera, una mujer mucho menor que él.
En Llerena residió durante más de diez años, pero en 1629 se desplaza a Sevilla, ciudad en la que residirá durante treinta años.

En 1649 se produjo una epidemia de peste que redujo la población de Sevilla a la mitad. En ella murieron casi todos los hijos del pintor.
En 1658 viajó por segunda vez a Madrid, donde se quedó a vivir de forma definitiva, aunque con dificultades económicas. Hasta su muerte, la cual ocurrió el 27 de agosto de 1664, estuvo sumido en una gran pobreza.

En el año 1600 existían en Sevilla treinta y siete conventos. Durante los veinticinco años siguientes se fundaron otros quince. Los conventos fueron los grandes mecenas de los pintores, muy exigentes en cuanto a la composición y calidad de las obras: tanto es así que Zurbarán, por medio de un contrato, se comprometió a aceptar el que le fueran devueltos todos aquellos cuadros que no fueran del agrado de los religiosos.
Los religiosos y religiosas eran muy sensibles a la dimensión estética de las representaciones, y estaban convencidos de que la belleza era más estimulante para la elevación del alma que la mediocridad. Estos abades y abadesas eran, normalmente, unas personas cultivadas, eruditas, refinadas, con un criterio muy seguro frente a las obras de arte.
En las iglesias siempre hubo un retablo en el que se representaban las escenas de la vida de Cristo. Además, durante el XVII las sacristías, lugares en el que se cambian las vestiduras sacerdotales,  se decoraban cada vez más ricamente. Asimismo se ponían cuadros en el claustro, en el refectorio, en las celdas (muchas de estas obras medievales fueron destruidas). En las bibliotecas y salas capitulares, se podían encontrar cuadros del fundador de la Orden y de las personalidades más importantes de la misma.
Estas exigencias eran propias de todos los conventos. Las pinturas de segundo orden podían estar hechas en serie, pero los maestros reconocidos se renovaban, profundizaban en su arte y recibían muchos más encargos.



Los siete primeros cartujos fueron alimentados por San Hugo, obispo de Grenoble.
Un día, éste último, visitó a los monjes y, para comer, les pidió carne. Los monjes vacilaban entre contravenir sus reglas o aceptar esa comida y mientras debatían sobre esta cuestión, cayeron en un sueño extático. Cuarenta y cinco días más tarde, San Hugo les hizo saber, por medio de un mensajero, que iba a ir a visitarles. Cuando éste regresó le dijo que los cartujos estaban sentados a la mesa comiendo carne. ¡Y estaban en plena Cuaresma!. San Hugo llegó al monasterio y pudo comprobar por sí mismo la infracción cometida. Los monjes se despertaron del sueño en que habían caído y San Hugo le preguntó a San Bruno si era consciente de la fecha en la que estaban y la liturgia correspondiente. San Bruno, ignorante de los cuarenta y cinco días transcurridos, le habló de la discusión mantenida acerca del asunto durante su visita.
San Hugo, incrédulo, miró los platos y vio cómo la carne se convertía en ceniza. Los monjes, inmersos en la discusión que mantenían cuarenta y cinco días antes, decidieron que, en la regla que prohibía el comer carne, no cabían excepciones.
En esta composición, San Hugo está en el refectorio de los Cartujos y nos muestra una gran naturaleza muerta. Las verticales de los cuerpos de los cartujos, de San Hugo y del paje están cortados por una mesa en L, cubierta con un mantel que casi llega hasta al suelo. El paje está en el centro. El cuerpo encorvado del obispo, situado detrás de la mesa, a la derecha, y el ángulo que forma la L de la misma evitan ese sentimiento de rigidez que podría derivarse de la propia austeridad de la composición.
Delante de cada cartujo están dispuestas las escudillas de barro que contienen la comida y unos trozos de pan. Dos jarras de barro, un tazón boca abajo y unos cuchillos abandonados ayudan a romper una disposición que podría resultar monótona si no estuviera suavizada por el hecho de que los objetos presentan diversas distancias en relación al borde de la mesa. La composición tiene vida: son personas reales las que se plasman en el cuadro, no unos ángeles geométricos.



La carne se ha convertido en cenizas en los platos, y aunque el pan sigue siendo pan, es muy poco probable (por no decir imposible) que los cartujos se alimentasen de un delicioso pan francés enriquecido con mantequilla, yogur y el inconfundible sabor del ron.



Para su elaboración necesitamos,

- 100 gr de leche templada.
- Un cubo de 25 gr de levadura fresca de panadería.
- 150 gr de yogur natural sin azúcar.
- 3 huevos.
- 100 gr de azúcar.
- 60 gr de mantequilla derretida.
- Un chorro de ron.
- 350 gr de harina de fuerza.
- 350 gr de harina normal.
- Un pellizco de sal.

Desleir la levadura en la leche.  Hacer un volcán con las dos harinas tamizadas con la sal e ir añadiendo el resto de los ingredientes. Amasar con amasadora unos 5 mn a velocidad media, y a mano unos 8-10 mn hasta que obtengamos una masa lisa.
Dejar levar en lugar seco (horno apagado) hasta que doble el volumen. Una vez levada, desgasificar amasando de nuevo ligeramente, y tomar trozos de masa que pesaremos para que sean iguales. Bolear para darles forma redondeada, ir colocando en un molde de corona, pegándolas unas a otras. Dejar levar de nuevo y pasada una hora y media o dos horas pincelar con huevo batido y hornear a 180º unos 20-25 mn, hasta que se haya dorado y al golpear suene hueco.
Dejar enfriar sobre una rejilla.



113 comentarios:

  1. Que buena pinta tiene!!!!!!!!
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Hummm Isabel, este es mi bollito preferido, que textura tan rica! Súper rico se ve y ahora para desayunar es fabuloso.

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Otro bocadito divino para el desayuno de hoy.
    Buen fin de semana y un besín.

    ResponderEliminar
  4. Querida Maria, que delicia de historia, me la apunto para mi libro "de anecdotas históricas". Yo conozco la sacristia de Guadalupe, que es una maravilla de Zurbarásn. Felicidades, porque esto no es un post, es un ensayo.besos.

    ResponderEliminar
  5. Vaya entrada preciosa, me encantan tus apuntes "histórico-asrtísitcos-culinarios", todo tan bien entrelazado como este brioche. qué esponjoso te quedó!

    ResponderEliminar
  6. Es una delicia venir a tu cocina donde no solo hay alimento para el estómago, también para el conocimiento. Me ha encantado todo, el brioche (de buena gana le daba un pellizco) y la clase de historia que la acompaña.
    Buen finde.

    ResponderEliminar
  7. Por qué pintaría tan desproporcionado al paje?,las tonalidades me parecen preciosas.
    Y el brioche, madre mía, qué brioche.

    ResponderEliminar
  8. Hola Isabel, te ha quedado una entrada fantástica! Me encanta el enfoque que le das, y lo mucho que me permite aprender! Y además, la rosca tiene un aspecto esponjoso y rico!

    ResponderEliminar
  9. Un placer como siempre Isabel. la introducción con la historia acomàñda de ese pan, sabe a gloria!!!: Besos y buen puente.,

    ResponderEliminar
  10. Isabel, te ha quedado el brioche divino!!! Y me ha encantado la entrada. Buen fin de semana guapa. Besitos.

    ResponderEliminar
  11. Me acuerdo perfectamente del día que estudiamos este cuadro en clase :)
    Seguro que no se alimentaban tan bien, ya les hubiera gustado comerse esta rosca, qué pinta!
    Besos
    Sandra

    ResponderEliminar
  12. Qué pan más rico y junto con la pequeña lección de historia nos alimentas cuerpo y mente ¿qué más se puede pedir?. Un beso.

    ResponderEliminar
  13. Zurbarán me transporta al colegio, clases de historia del arte y Santa casilda con sus pliegues en la falda! Nunca se me olvidará. Y estos cartujos son geniales, tanta historia impresa con óleo.

    Como dices seguro el pan no se volvió ceniza, pero tampoco en este pan tan suculento que nos regalas hoy, por él me haría monja jajajaja!

    ResponderEliminar
  14. Me encantan las entradas en las que nos relacionas la comida y la pintura, es una manera de culturizarnos y aprender cosas nuevas :D
    Además... el brioche tiene una pinta que es para comerse la pantalla!! ;)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  15. Isabel ya sabes que este lo tengo que probar hacer, tengo un mono de hacer masas , el otro día me lo quite con el brioche que hice pero este lo pienso hacer en breve
    Mil besosssss

    ResponderEliminar
  16. Que bonito es saber leer un cuadro, tu lo haces estupendamente al igual que has hecho este pan, irresistible, fantástico, me gusta mucho.

    ResponderEliminar
  17. Excelente la rosca Isabel...me encanta la textura...ese corte es mortal!!!
    Besos

    ResponderEliminar
  18. la verdad que nunca te acostaras sin saber una cosa mas y sin disfrutar de estas cosas tan buenas que pones,que maravilla,un beso

    ResponderEliminar
  19. Hola Isabel; ¿qué tal?.....la historia me ha encantado, como todas las que nos publicas, que pena que pintores, artistas, inventores, etc, tan extraordinarios, murieran en la miseria, dejando un legado tan grande,....que pena....la historia del cuadro, no la conocía, muy interesante, y de la receta...¿qué decirte?, pues que me ha encantado, la apunto para hacerla yá, en cuanto se me acaben las magdalenas que hice el otro día, ...caé....te cuento...besotes, y buen finde

    ResponderEliminar
  20. Excelente brioche!! Tiene una textura super esponjosa... El sabor tiene que ser superior.
    Bessos

    ResponderEliminar
  21. mmmm.... que esponjosa te ha quedado!!! que rico para merendar esta tarde!!! me ha encantado

    ResponderEliminar
  22. El brioche te ha salido perfecto, tan esponjoso, he de practicar yo más para conseguir uno así, y la historia, muy interesante. :)
    Besos

    ResponderEliminar
  23. Uhmmmmm! Una nueva clasecita de historia del arte para el sabado por la mañana. Así, en pequeñas porciones, como las de ese exquisito bollo, entra muy bien.......

    ResponderEliminar
  24. Gracias por tu post. Muy interesante y ameno, voy a volverlo a leer ya que iba de prisa buscando la receta.
    Pofi, ahora un panetonne!!

    ResponderEliminar
  25. Yo creo que si tuviera este pan en mi plato no tendría tiempo de convertirse en ceniza, que bueno!! y el post; me encantó, feliz fin de semana

    ResponderEliminar
  26. Wow cuánta historia, madre mía lo que sufriría por la muerte de sus hijos, qué horror.

    El pan niña estupendo, y ese toque de yogurt con ron me tiene que gustar tela, asi que con tu permiso me la guardo, lo que no sé cuando lo haré, pero te avisaría reina.
    Besitos

    ResponderEliminar
  27. Me recuerda al cole, el cuadro lo estudiamos entonces.
    El brioche me parece una delicia, me llevo la receta, éste fin de semana es largo.
    Besos

    ResponderEliminar
  28. Isabel que miga tan esponjosita tiene, imagino su sabor y se me hace la boca agua ¡es perfecto!.
    Bsos mi niña

    ResponderEliminar
  29. Me llevo un trozo que se ve extra esponjosa. Bune fin de semana

    ResponderEliminar
  30. se ve super esponjoso, vamos porque el portatil es duro que sino bocado que le metia

    ResponderEliminar
  31. humm que requetebuena


    ¡¡besos¡¡

    ResponderEliminar
  32. VIVA LA VIDA MONACAL!!
    Cuando se trata de comer LA ROSCA CONVENTUAL claro!!
    Te ha quedado magnífica ISABEL :)

    ResponderEliminar
  33. Hoy nos traes una historia muy de mi tierra, Badajoz, hasta tenemos alli un instituto de secundaria qye se llama Zurbarán! Qué recuerdos me trae! Hoy en dia ya soy casi más manchega que extremeña. En cuanto a tu brioche, qué miga tan buena le ha salido!!y que color dorado tan bonito!! Como te digo siempre, qué manos tienes!! Un besote

    ResponderEliminar
  34. Non conoscevo questo pittore!
    E comunque i monaci hanno rinunciato volentieri alla carne sostituendola con questo pane delizioso. L'avrei preferito anch'io!
    Buon fine settimana! Un abbraccio!

    ResponderEliminar
  35. Qué brioche tan rico, se ve tan esponjoso!! sin duda un buen desayuno de domingo para degustarlo con tranquilidad.

    Feliz fin de semana!

    ResponderEliminar
  36. No te puedes imaginar lo que he disfrutado con la interpretación que has realizado de la obra de Zurbarán.
    La rosca conventual ha sido el postre.

    ResponderEliminar
  37. Me apunto la idea de ponerle ron al brioche, hay que probarla, es muy original...

    ResponderEliminar
  38. BELO BRIOCHE, EXCELENTE PARA O LANCHE.
    DEVO ESTAR BEM FOFINHO.
    BOM FIM DE SEMANA
    BESOS

    ResponderEliminar
  39. Me encantan las lecciones de historia comiendo un brioche como éste . Por supuesto que ya me lo he copiado. Feliz fin de semana. Besos

    ResponderEliminar
  40. Maravilloso como siempre y con un toque divino, me lo llevo.Besos guapa :))

    ResponderEliminar
  41. Isabel esta rosca tiene una pinta divina, madre mía como se aprecia la esponjosidad, exquisita.

    Besotes y buen find.

    ResponderEliminar
  42. Te ha quedado un brioche precioso, menuda miga!!
    Besos, que pases feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  43. Ummmmmmmmm!!!!!!! Exquisitoooooooo. Un besote de OLI de ENTREBARRANCOS

    ResponderEliminar
  44. HOla
    ...........sin palabras, esta rosca con esa miga, te ha quedado fantástica,que rica , a pellizquitos me la comía yo sin pensarmelo
    besos

    ResponderEliminar
  45. Una magnífica introducción para un delicioso brioche.

    Buen finde

    ResponderEliminar
  46. Te ha quedado espectacular...Como siempre!!!! Lo hago seguro!!!!!Besos

    ResponderEliminar
  47. Como siempre disfrute de leer tu entrada historica y gastronómica!...perfecta inmersión en la pintura del xvii!!..aunque he de reconocer que la obra de Zurbarán y en general de esa époaca no es mis favorita, disfrute mucho de leerte y por supuesto de ese pan que seguro que los monjes cartujos no probaron jamás!!!:)
    cariños y muy feliz puente guapa!

    ResponderEliminar
  48. Isabel, como siempre lo bordas¡¡¡¡¡¡Tiene que estar muy rico, yo hice uno pero lo rellené de chocolate.
    Qué pases un buen fin de semana.Un beso

    ResponderEliminar
  49. Isabel el tuyo si que esta para ponerle un marco y llevarlo a una exposición, divino te ha quedado!!!! tu entrada me ha encantado, la historia siempre me ha gustado y tu lo plasmas tan bien.......Besitos guapa.

    ResponderEliminar
  50. La historia es un vicio, me fascina el arte, me traes la memoria, muchas cosas de hace tiempo y lo disfruto enormemente!

    El brioche con el toque de yogurt y ron un noqueo para los sentidos.

    Un besito y disfruta del fin de semana!

    ResponderEliminar
  51. Ñam, Ñam!!! Que buena pinta que tiene la rsquita esta eh!!! Con un buen café con leche para el desayuno un lujo de dioses!!! Mueaccckkk

    ResponderEliminar
  52. Qué preciosidade, está perfecto, levo um trocito comigo;)
    Besitos guapa.

    ResponderEliminar
  53. Es muy frecuente ver en los museos obras de grandes pintores dedicadas a escenas místicas. Quizá porque la iglesia era de las pocas instituciones que se podía permitir el lujo de pagar a un pintor, junto con los comerciantes, nobles, reyes etc... Los cuadros son un fiel reflejo de la época a la que pertenecen sin duda hablan por si mismos.
    Y ahora para completar la tarde me llevo un trozo de este... Bendito pan!!!
    Un abrazoooo!!

    ResponderEliminar
  54. Es una rosca alucinante, me encanta la textura y el sabor del brioche, tienen un color envidiable! muchos besos y buen fin de semana

    ResponderEliminar
  55. Bueno, menuda introducción, estupenda. Y la rosca perfecta. ¡Que manos tienes!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  56. Me encanta la suavidad de los brioches y que esponjosos son.

    Besos!
    Ana de: 5 sentidos en la cocina

    ResponderEliminar
  57. Muy interesante, Isabel, y muy apetitoso...

    ResponderEliminar
  58. que buena te ha quedado y que esponjosa, besos

    ResponderEliminar
  59. me he quedao petrificá, qué pobre hombre, bueno una vez más me dejas con la boca abierta y la baba de puenting ajajaj.

    ResponderEliminar
  60. Nunca te acostarás sin aprender algo nuevo, dice el refrán, y eso es cierto con solo visitarte. Siempre se aprende algo al leer tus posts. Me encantan esta clase de historias. La rosca te quedó fantástica y muy esponjosa. Besosssssssss

    ResponderEliminar
  61. Se ve deliciosa, que textura, dan ganas de darle un buen bocaol!!!

    ResponderEliminar
  62. No sabes lo que disfruto cuando haces estas entradas, me gusta muchísimo la pintura y se lo intento transmitir a mis niños, siempre que puedo los llevo al Museo de bellas artes de Oviedo y allí nos recreamos.Por cierto hay un cristo crucificado de Zurbarán que me hipnotiza por su realismo, nuestros pintores son impresionantes. La receta dice cóoooomeme. Un besito. Rosa

    ResponderEliminar
  63. Joooo, yo quiero ser tu pinche...que seguro que pillaba algo de estas maravillas que haces!

    ResponderEliminar
  64. La explicación artística del cuadro de Zurbarán es muy interesante. La rosca superapetecible. Debe estar buenísima.

    Besitos
    rosa

    ResponderEliminar
  65. Seguro que a los cartujos les habría encantado probar este riquísimo brioche, el toque del ron me ha encantado.

    Besitos

    ResponderEliminar
  66. Es un placer venir por aquí y seguir aprendiendo. Prólogo estupendo para una receta también estupenda, no hay más que ver la miga del brioche, ummm, dlicious. Besitos.

    ResponderEliminar
  67. Isa, yo no tendría problemas en que la carne se convierta en cenizas y tomar de este pan. No sé si se vale acompañarlo de jamón... total ahora no estamos en cuaresmas. Muy pero muy interesantes estas entradas en que una se lleva un poco de pan y un poco de capital intelectual. Ya te lo dije antes, me encantan! Y muchas gracias por el mensaje de hoy, siempre me llenan de orgullo mis amigos bloggeros. Besotes!

    ResponderEliminar
  68. Qué más habrían querido los monjes que tener este brioche en sus mesas, lo veo muy rico y como siempre, todo lo que nos has contado muy instructivo.
    Besos.

    ResponderEliminar
  69. tus historias me gustan cada dia mas y ese brioche esta para morirse

    un besote y feliz finde

    ResponderEliminar
  70. Que rico Isabel,te ha quedado una rosca perfecta y se ve muy esponjosa.Como siempre,un placer visitar tu cocina.

    Un besazo

    ResponderEliminar
  71. buenísima esta rosca brioche...tiene un corte ummm con esa miga. Genial!
    bicos

    ResponderEliminar
  72. Una historia estupenda, y un pan delicioso para degustarlo mientras te leemos.
    Muchos besitos y gracias por amenizar nuestras rutinas.

    ResponderEliminar
  73. Estupendo y tierno como no lo he visto, Me lo apunto con tu permiso. Besossss

    ResponderEliminar
  74. Buena pinta y esponjoso me gustó,abrazos grandes .

    ResponderEliminar
  75. Genial mi niña...esta sección es como un programa de tele que teníamos en mi país hace mil años..."cultura con sabrosura"! Gracias por la historia y por el pan!

    ResponderEliminar
  76. Vamos en busca de una receta y nos encontramos con un poquito de historia, ¡qué bonito!. La rosca, ni que decir tiene, ¡¡¡IMPRESIONANTE!!!

    ResponderEliminar
  77. Que pinta que tiene, te ha quedado perfecta y super apetecible, con un café que bien sienta.
    Me encanta encontrar un poco de alimento para el alma también en tus entradas.

    ResponderEliminar
  78. Menuda rosca tiene un aspecto de lo mas apetecible, me cojo un trozo para desayunar, hummm que rica! Bsss wapísima y buen puente.

    ResponderEliminar
  79. Isabel, qué tal el sábado con los doce peques, muy mal no pudo ir, si tenías esto en mesa, seguro que no.

    Xtos xulísima. Por cierto, una delicia.

    ResponderEliminar
  80. Me encarta leerte, que afición la de este hombre por las viudas!
    La lectura interesante y el brioche delicioso.

    ResponderEliminar
  81. Qué buena pinta tiene esa rosca. Tiene una textura ideal. Tenía que oler de maravilla tu cocina!! Un besito.

    ResponderEliminar
  82. qué pintaza tiene esta rosca!!! me apunto la receta!

    ResponderEliminar
  83. Menuda miga tiene!! que orgullosa se siente una cuando ve salir estas maravillas de horno, verdad?


    Me ha encantado.

    Besossssssssss

    ResponderEliminar
  84. Hola Isabel. Me gusta mucho la pintura de Zurbarán, pintura austera pero que lo erigen en cumbre del realismo barroco. Su pintura es de una solemne estaticidad, en los rostros se refleja una serena expresión ya que se vale de acusados claroscuros - fue un fiel heredero del tenebrismo - y con un especial cuidado en los ropajes.
    Unas estupendas pinceladas sobre arte las que nos has ofrecido y una obra de arte esta rosca conventual que estoy seguro hubiera sido de total agrado para esos monjes, paje y Obispo incluido. Sin duda especial.
    Saludos

    ResponderEliminar
  85. Eres toda una fuente de ilustración y sabiduría, qué cateta me siento viniendo a tu casita!! Y el brioche estupendo, pero, ¿hay algo que te salga mal a ti? Un besazo.

    ResponderEliminar
  86. Qué rosca más rica Isabel!
    Nunca he hecho brioche, pero viendo este me dan ganas..se ve super esponjoso y con la forma de corona queda genial.
    unbesicoo

    ResponderEliminar
  87. Una historia muy interesante Isabel.Gracias por compartirla. El brioche tiene una pinta exquisita y queda tan bonito!
    Un beso

    ResponderEliminar
  88. Una entrada muy, muy culta. En esta ocasión, no sé que me ha gustado más, si la receta o la lección...mmmmmmmm...Me voy a tomar un trozo de chocolate mientas lo decido...jijiji...

    ¿No crees que el brioche sería un buen acompañamiento para mi chocolate?...

    Un besote, mi solete.

    Vamosalculete.

    ResponderEliminar
  89. Pero como no lo había visto!!
    Me la llevo......

    Besos.

    ResponderEliminar
  90. Isabel,un post muy interesante y rico,vaya brioche más esponjoso y con mucha cultura a sus espaldas.
    Un besito enorme y feliz puente guapetona.

    ResponderEliminar
  91. Qué aspecto!! Tantas recetas, y aún tengo pendiente ponerme con la receta de brioche. Además, el tuyo viene con el añadido de la historia, ¡se agradece un montón!
    Un beso!

    ResponderEliminar
  92. Ideal para un desayuno perfecto.
    Bss

    ResponderEliminar
  93. Bueno esa Miga es perfecta, y con el sabor a ron y yogurt se me hace la boaca agua.
    Perfecto guapa!

    ResponderEliminar
  94. Nos encanta cada día más como relacionas, arte, historia y cocina. Esta rosca deliciosa, y la entrada divina.

    Besos

    ResponderEliminar
  95. Isabel
    Deliciosa entrada tanto por ese brioche que me apasiona como por tu entrada de Zurbarán.

    No creo que los monjes tomaran esa rosca tan deliciosa.
    Me encanta Isabel
    ¿que tal tu minichef?
    besitos
    Patricia

    ResponderEliminar
  96. Isabel, que buen bocado para un buen desayuno o lo que se tercie, muchos besos

    ResponderEliminar
  97. Isabel, que brioche tan rico, lo del licor es buenisimo...La casita de Rosmary. Un besin.

    ResponderEliminar
  98. Que interesante!....increible como enlazas la comida y el arte....me encanto esta rosca!.....Abrazotes, Marcela

    ResponderEliminar
  99. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  100. Vaya vaya con la rosca conventual! si la pillaran los catujanos de la época! buenooo y yo misma para mi almuerzo de Lunes apagado, triste y sin puente que me me sostenga!!!...ay,ay yayayyy no se si se escribe así pero es un suspiro pero de los grandes.
    *.*BESIKOS!

    ResponderEliminar
  101. Qué historia tan bonita!! me encantan tus entradas!!! y por supuesto lo que haces! muchas gracias por la receta.

    ResponderEliminar
  102. Me encanta el brioche y la presentación en forma de rosca también...
    Es una masa tan suave y delicada, tan agradable para mojar o para paladear seca...
    Besotes

    ResponderEliminar
  103. Isabel, no hay nada que se te resista!!! Pero qué pinta tiene este brioche!!!

    ResponderEliminar
  104. Nena........ qué brioche! y además tu intro me encanta! Besotes, guapa!

    ResponderEliminar
  105. Un brioche con ron y yogur... me apunto! Que esponjoso... Besos

    ResponderEliminar
  106. Espléndida entrada y espléndido brioche Isabel. Gracias a esta serie tan estupenda que estás haciendo conocemos algo más de esos fabulosos artistas.

    Besos,

    ResponderEliminar
  107. Los monjes no comían esta rosca ni por asomo, ¡estarían levitando todo el día si lo hubieran hecho!

    ¡Divina!

    Besos

    ResponderEliminar
  108. Isabel, hace tiempo que sigo con tu blog, con un cierto sentimiento de ser una intrusa, porque nunca antes había dejado ningún comentario. Quiero enmendarme en mi actitud, así que ahí, va:
    Me encanta tu blog, no sólo por las recetas que publicas, que son de lo más apetitosas, y por las fotos con que las ilustras, que me gustan muchísimo, sino tambián por posts como éste, en el que, vinculada a una recetas nos regalas una explicación, una aclaración, o incluso, como en el caso de hoy una estupenda clase de historia del arte. Amena, instructiva y muy interesante.
    Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  109. Hola Isabel. Ya te comenté en su momento que esta receta tuya me encantaba y bueno, al final, antes de irme de mini vacaciones de Navidad la elaboré para probar con un jamón que me habían enviado.
    Me gustó muchísimo, es muy sencilla, incluso para principiantes ( o al menos a mi me lo ha parecido).
    En fin, que acabo de publicarla en mi blog, obviamente te hago referencia y dejo enlace.
    Si tienes tiempo y te quieres pasar para dejarme tu opinión sincera, te lo agradecería.
    Un beso grande y Feliz Año

    ResponderEliminar