Y con sabor a fresa.
Angel Food Cake basado en el oleo Ángel Músico de Giovanni Battista di Jacopo conocido también como Rosso Fiorentino.
No es el primer Angel Food Cake que muestro en la web.
Para lo que no dispongáis del molde específico, aquí podéis ver cómo hacerlo en un molde cualquiera, eso sí, con tubo central.
Un Angel Food de chocolate aquí.
Y como admiten infinidad de variaciones, el de hoy está aromatizado con vainilla y esencia de fresa.
Para su elaboración necesitamos (molde para Angel Food Cake de 18 cm),
- 9 claras de huevo (resultan perfectas las pasteurizadas en bote)
- 90 gr de harina.
- 200 gr de azúcar glass.
- Esencia de vainilla.
- Esencia de fresa.
- Colorantes alimentarios.
- Una cucharadita (tsp) de cremor tártaro o de zumo de limón.
Se tamiza el cremor tártaro sobre las claras (o se añade el limón) y se comienzan a batir a velocidad media incrementándola después hasta conseguir que las claras formen picos blandos. Incorporar la esencia de vainilla y batir unos segundos.
En velocidad media ir añadiendo el azúcar, que habrá de estar tamizado, a cucharadas, no añadir la siguiente hasta que se integre la primera. Conseguiremos ahora un merengue brillante y con picos duros.
Añadir la harina y batir con cuidado, terminando de integrar con una espátula manual.
Dividir la masa en tres partes, añadir a una de las partes el colorante rosa y unas gotas de esencia de fresa. A otra parte el colorante color melocotón y dejar la tercera con el color original.
Pueden utilizarse los colores según gusto, igualmente las esencias.
Llenar el molde, que no habrá de ser engrasado para que la masa pueda "trepar" por las paredes y conseguir la esponjosidad del bizcocho, con las tres preparaciones alternando las capas, una sobre otra.
Llevar al horno a 180º un máximo de 50 mn y un mínimo de 30. Pinchar cerca del centro y si saliera húmedo o con trocitos de bizcocho dejar 5 mn más.
Enfriar sobre las patas si disponemos del molde, o en el cuello de una botella con un molde de todo uso, para permitir que el aire circule y no se apelmace.
Podremos desmoldar cuando al tocar el molde lo notemos frío o muy templado.
Con un cuchillo bien afilado desmoldaremos con pasadas limpias para no estropear la superficie.
A pesar de que parece un bizcocho muy leve, una vez frío no lo es tanto, ha de ser cortado con cuidado y con cuchillo de sierra.
Angel Food Cake basado en el oleo Ángel Músico de Giovanni Battista di Jacopo conocido también como Rosso Fiorentino.
El pintor nace en Florencia en 1495 y muere en Fontainebleau en 1540. Es considerado uno de los grandes creadores del Manierismo.
Realiza su aprendizaje en Florencia, de forma un tanto independiente ya que no se adaptó a ninguno de los estilos dominantes, pese a lo cual recibió la influencia de Andrea del Sarto, en cuyo taller permaneció durante algún tiempo. En 1517 ya aparece registrado como pintor independiente y ejerciendo una importante actividad en Florencia hasta finales de 1523, fecha en que se traslada a Roma. Tras algunas desventuras sufridas tras el saqueo de la ciudad en 1527, se traslada a Sansepolcro y Arezzo, para luego marchar a Venecia en compañía de , y finalmente a Francia en 1530, donde se convierte en pintor oficial del rey Francisco I.
A partir de 1523, Rosso pasó a Roma donde conoció directamente la obra de Rafael y la de Miguel Ángel, aunque su pintura siguió siendo igual a la anterior. Tras su huida de Roma, deambuló por Italia dejando una Deposición de la Cruz (1528) en Città di Castello y un Jesús llevando su Cruz en Arezzo. Por consejo de su amigo Aretino en 1530 se marchó a Francia.
En la corte de Fontainebleau pintó, entre 1532 y 1535, junto con Primaticcio, el pabellón de Pombona, y en 1534 inició la decoración de la galería de Francisco I, acabada en 1537. En la grandiosa obra de la galería, doce frescos con sus correspondientes marcos de estuco, muestra una aguda elegancia, una compleja orquestación y un compromiso temático que le obliga a realizar escenas cortesanas e ilustrativas.
Fue nombrado primer pintor del rey y le llamaban maestro Roux. Realizó además dibujos para mascaradas, platería y aparatos triunfales, entre los que destacan los preparados para la llegada de Carlos V.
Realmente Rosso fue el creador de la denominada Escuela de Fontainebleau, producto del deseo de Francisco I por equipararse a las cortes italianas y europeas. Fue llamado por el rey para dirigir la decoración de las estancias reales, convirtiéndose en un empresario de una corte principesca, ya que Fontainebleau se convirtió en una factoría de obras de arte para el palacio,contando para ello de amplios poderes. Para realizar los trabajos asignados, Rosso quiso tener a su lado a otros pintores italianos, como Luca Penni y sobre todo Primaticcio, con el que ya había trabajado en Mantua junto con Giulio Romano. Rosso Fiorentino supo crear en el lapso de pocos años una activa fábrica formada por equipos de pintores, estucadores y tallistas, que realizaron modelos ornamentales de extraordinaria originalidad, destinados a tener una enorme e inmediata fama en los ambientes artísticos franceses. A su muerte la dirección pasó a Primaticcio que, ayudado por Nicoló dell'Abate, continuó la obra de Rosso Fiorentino hasta la completa afirmación de una nueva cultura artística.
Pero esta tarea artística tuvo una mayor importancia debido a que la eficacia de Rosso aseguró, por un lado imprimir definitivamente su sello artístico a una de las empresas artísticas más importantes y llamativas del momento, a la vez que consiguió una resonancia internacional, debido a la importancia de la obra como a la difusión de las formas manieristas por toda Europa a través grabados y estampas.
Su última obra La Piedad del Louvre, encargada por Anne de Montmorency, para la capilla del castillo de Écouen, es tal vez su obra maestra, en ella la angustia alcanza lo sublime mediante una composición tensa y armoniosa.
Rosso fue la perfecta encarnación del pintor manierista, atormentado e insatisfecho, e incluso su muerte ha quedado en el misterio, calificada por Vasari como un suicidio, una parte de la crítica actual ha desmentido tal aseveración, demostrando que fue muerte natural.
A partir de 1523, Rosso pasó a Roma donde conoció directamente la obra de Rafael y la de Miguel Ángel, aunque su pintura siguió siendo igual a la anterior. Tras su huida de Roma, deambuló por Italia dejando una Deposición de la Cruz (1528) en Città di Castello y un Jesús llevando su Cruz en Arezzo. Por consejo de su amigo Aretino en 1530 se marchó a Francia.
En la corte de Fontainebleau pintó, entre 1532 y 1535, junto con Primaticcio, el pabellón de Pombona, y en 1534 inició la decoración de la galería de Francisco I, acabada en 1537. En la grandiosa obra de la galería, doce frescos con sus correspondientes marcos de estuco, muestra una aguda elegancia, una compleja orquestación y un compromiso temático que le obliga a realizar escenas cortesanas e ilustrativas.
Fue nombrado primer pintor del rey y le llamaban maestro Roux. Realizó además dibujos para mascaradas, platería y aparatos triunfales, entre los que destacan los preparados para la llegada de Carlos V.
Realmente Rosso fue el creador de la denominada Escuela de Fontainebleau, producto del deseo de Francisco I por equipararse a las cortes italianas y europeas. Fue llamado por el rey para dirigir la decoración de las estancias reales, convirtiéndose en un empresario de una corte principesca, ya que Fontainebleau se convirtió en una factoría de obras de arte para el palacio,contando para ello de amplios poderes. Para realizar los trabajos asignados, Rosso quiso tener a su lado a otros pintores italianos, como Luca Penni y sobre todo Primaticcio, con el que ya había trabajado en Mantua junto con Giulio Romano. Rosso Fiorentino supo crear en el lapso de pocos años una activa fábrica formada por equipos de pintores, estucadores y tallistas, que realizaron modelos ornamentales de extraordinaria originalidad, destinados a tener una enorme e inmediata fama en los ambientes artísticos franceses. A su muerte la dirección pasó a Primaticcio que, ayudado por Nicoló dell'Abate, continuó la obra de Rosso Fiorentino hasta la completa afirmación de una nueva cultura artística.
Pero esta tarea artística tuvo una mayor importancia debido a que la eficacia de Rosso aseguró, por un lado imprimir definitivamente su sello artístico a una de las empresas artísticas más importantes y llamativas del momento, a la vez que consiguió una resonancia internacional, debido a la importancia de la obra como a la difusión de las formas manieristas por toda Europa a través grabados y estampas.
Su última obra La Piedad del Louvre, encargada por Anne de Montmorency, para la capilla del castillo de Écouen, es tal vez su obra maestra, en ella la angustia alcanza lo sublime mediante una composición tensa y armoniosa.
Rosso fue la perfecta encarnación del pintor manierista, atormentado e insatisfecho, e incluso su muerte ha quedado en el misterio, calificada por Vasari como un suicidio, una parte de la crítica actual ha desmentido tal aseveración, demostrando que fue muerte natural.
El oleo, en la Galería de los Uffici, muestra un instante único y muy íntimo.
Un pequeño ángel con las alas desplegadas sobre un fondo neutro, toca el laud con gesto concentrado y relajado. La luz, que incide sobre las alas, el cabello y la superficie del instrumento, perfila los contornos y nos ofrece una imagen nítida, un atisbo de intimidad celestial.
No es el primer Angel Food Cake que muestro en la web.
Para lo que no dispongáis del molde específico, aquí podéis ver cómo hacerlo en un molde cualquiera, eso sí, con tubo central.
Un Angel Food de chocolate aquí.
Y como admiten infinidad de variaciones, el de hoy está aromatizado con vainilla y esencia de fresa.
Para su elaboración necesitamos (molde para Angel Food Cake de 18 cm),
- 9 claras de huevo (resultan perfectas las pasteurizadas en bote)
- 90 gr de harina.
- 200 gr de azúcar glass.
- Esencia de vainilla.
- Esencia de fresa.
- Colorantes alimentarios.
- Una cucharadita (tsp) de cremor tártaro o de zumo de limón.
Se tamiza el cremor tártaro sobre las claras (o se añade el limón) y se comienzan a batir a velocidad media incrementándola después hasta conseguir que las claras formen picos blandos. Incorporar la esencia de vainilla y batir unos segundos.
En velocidad media ir añadiendo el azúcar, que habrá de estar tamizado, a cucharadas, no añadir la siguiente hasta que se integre la primera. Conseguiremos ahora un merengue brillante y con picos duros.
Añadir la harina y batir con cuidado, terminando de integrar con una espátula manual.
Dividir la masa en tres partes, añadir a una de las partes el colorante rosa y unas gotas de esencia de fresa. A otra parte el colorante color melocotón y dejar la tercera con el color original.
Pueden utilizarse los colores según gusto, igualmente las esencias.
Llenar el molde, que no habrá de ser engrasado para que la masa pueda "trepar" por las paredes y conseguir la esponjosidad del bizcocho, con las tres preparaciones alternando las capas, una sobre otra.
Llevar al horno a 180º un máximo de 50 mn y un mínimo de 30. Pinchar cerca del centro y si saliera húmedo o con trocitos de bizcocho dejar 5 mn más.
Enfriar sobre las patas si disponemos del molde, o en el cuello de una botella con un molde de todo uso, para permitir que el aire circule y no se apelmace.
Podremos desmoldar cuando al tocar el molde lo notemos frío o muy templado.
Con un cuchillo bien afilado desmoldaremos con pasadas limpias para no estropear la superficie.
A pesar de que parece un bizcocho muy leve, una vez frío no lo es tanto, ha de ser cortado con cuidado y con cuchillo de sierra.
Ñam ñam...humm que dico... jejeje a ver si subo al cielo! siiii ya noto que me elevoooo! Bssss wapísima.
ResponderEliminarA la vista queda muy vistosos y con el toque de las fresas seguro que está muy rico.
ResponderEliminarUn beso.
Mmmmnnn si que es un bocado de angeles!!!..un abrazo reina
ResponderEliminarLa tarta impresionante, como siempre. Lo mejor la historia de Giovanni Battista, gracias por tus posts de los sábados. Me gusta mucho el juego de lueces sobre el mantel en la primera foto. Un beso
ResponderEliminarDivino!!! Como tú!!! Este bizcocho es tan ligero y esponjoso que se come solo. Me gusta el color que le has dado!!!
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana!!!
Una delicia de bizcocho, tan esponjoso y aromatizado. Una entrada estupenda. Buen fin de semana, Clara.
ResponderEliminarQue maravila de esponjoso y con esos colores tan delicados, te quedo impresionante Isabel!!
ResponderEliminarBesos
El Angel food cake es un pastel delicioso, por su delicadeza y esponjosidad. La mezcla de colores y sabores lo tienen que hacer especial.
ResponderEliminarBss, buen finde
Virginia"sweet and sour"
sweetandsour-virb.blogspot.com
¡Qué ingrata es la vida! Toda una vida trabajando para que la obra maestra de un artista sea reconocida casi al final de su vida. Bueno, hay otros a quienes el reconocimiento les llega postumamente ...
ResponderEliminarA nosotros nos queda el disfrute de su obra mientras degustamos este pastel de los ángeles. ¡Qué pinta más jugosa!
Y yo, a estas horas, sin haber desayunado y castigándome de esta manera. ¡No puede ser!
Un beso fuerte!!
Como siempre maravilloso y doble colorido.Me llevo un trozo para el desayuno
ResponderEliminarBsss
A varios colores no lo había visto nunca, se ve muy esponjoso.
ResponderEliminarSaludos
Qué ricos con la esencia de fresas! :D
ResponderEliminarUn beso!
Una delicia de bizcocho que tengo ganas de probar. Besiños, buen fin de semana.
ResponderEliminarMe encanta, te ha quedado un angel food muy manierista! ;)
ResponderEliminarBesos
Sandra
Un ángel food divino, como su propio nombre indica, no se me ocurre un apelativo más apropiado...
ResponderEliminarTe ha quedado divino, pero las galletas de pascua...me han enamorado!Besos
ResponderEliminarTiene un corte precioso. La verdad es que el nombre le va, comida para los Ángeles.
ResponderEliminarMe gustan estos bizcochos, perfecto!
ResponderEliminarMe gusta, me gusta...celestial!! Pero cómo no me va a gustar, si soy un "proyecto ángel" vamos casi ángel; me faltan algunas asignaturas...y no hay manera de aprobarlas.
ResponderEliminarBesikos
La pintura es divina y tu ángel food tiene que estar pá morirse de bueno, te das cuenta Isabel?¿?¿ a ti se te reconoce tu mérito en el momento, que es como debe ser y a estos artistas de la pintura, escritores, y otros grandes en cada uno en su género a veces ni tan siquiera ven la luz. ?¿?¿ gracias por ilustrarnos con tus entradas. Besitos y buen finde.
ResponderEliminarMe encanta el angel food cake, aunque aun no he probado a hacerlo con 2 colores y sabores,pero me animaré y con la fresa tiene que estar increible.
ResponderEliminarBesines
Me gustan mucho los Angel Food Cake, el sabor es muy suave y realmente dan ganas de repetir no empacha ni nada y la textura mm genial:) aunque siempre he probado de un solo color y otro que me dieron una vez a probar que llevaba algo de chocolate creo..
ResponderEliminarhttp://hoysonrioalespejo.blogspot.com/
Desde luego es digno de los ángeles. ¡Qué rico!.
ResponderEliminarBuen día
Genial, como siempre.Enhorabuena.
ResponderEliminarBesitos
El angel food cake es una de mis asignaturas pendientes te ha quedado muy bien. El cuadro del angel me parece precioso, de lo más tierno. Un beso.
ResponderEliminarTe ha quedado superesponjoso y con unos colores preciosos !!!que rico tiene que estar !!
ResponderEliminarbss
Esque los angeles no tienen ni un pelo de tontos y se comen el bizcocho más rico, menudos son ;)
ResponderEliminarEl museo de los Uficci es uno de mis preferidos y el concepto de "angel food cake" me ha parecido genial!
ResponderEliminarSaludos!
Anna
Has rizado el rizo queridísima Isabel... si te tuviera aquí te daba un beso!!! es que me encanta el angel´s food cake pero le has dado un toque de distinción genial! ummmm, con un saborcito a fresa, qué bueno... y con acompañamiento del color, sublime! El cuadro elegido a mi tb me viene a la perfección porque de siempre me gustan los ángeles... así que esta vez solo me queda que darte: MATRÍCULA!
ResponderEliminarPD: ah, y está "PERFECTAMENTE HECHO" ;D
Je donnerais tout pour être un ange, juste pour manger cette délice!
ResponderEliminarbisous
Pues mira, a la mejor lo hago este fin de semana, porque tengo los ingredientes y el molde sin estrenar desde hace un montón de tiempo y viendo lo bien que te ha quedado no tengo excusa. Buen fin de semana!! Alicia.
ResponderEliminar¡Qué bueno! Voy a poner la receta del angel food cake de chocolate en facebook.
ResponderEliminarBuen finde
Qué decir de esta receta, que sólo con la foto ya te engancha, te ha quedado preciosa.
ResponderEliminarAaah, los Uffici, qué maravilla de lugar... Y qué maravilla de Florencia... y qué maravilla de cake!!! Hace mucho que no horneo un Angel Food Cake, porque no tengo el molde óptimo y me da un poco de follón, pero viendo lo riquísimo que lo has hecho esta vez me estás dando demasiada envidia.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz finde!
Es estupendo ver como consigues relacionar comida y arte... que bien conseguido el tono del pastel para que sea prácticamene igual que los tonos de esos ángeles... una maravilla, eres una artista!! Seguro que también sabe a ángeles!! Besos y feliz fin de semana
ResponderEliminarESSE BOLO FICOU LINDO E PARECE SER BEM FOFO.
ResponderEliminarBOM FIM DE SEMANA
BESOS
que buena pinta,se vé super esponjoso
ResponderEliminarun abrazo,belen
El corte con esa degradación de colores se ve fantástico.
ResponderEliminarUn saludito
Igual de delicado tu bizcocho y el ángel, que corte más bonito Isabel.
ResponderEliminarBesitos y feliz fin de semana.
Espectacular, vaya corte más chulo y rico. Besos
ResponderEliminarTe ha quedado prfecto, me encanta con los colores queda un corte genial para mi desde luego una delicia besos
ResponderEliminarOh que lindooooooooo!!!!
ResponderEliminarQuiero un pedazo!!!
Un beso Isa!!
Mer
Que esponjosooooo, eso lo mojas en una vaso de leche y lo deja seco!!! jajaa besotes
ResponderEliminarMira que lo he hecho veces pero nunca le he puesto colorantes, tomo nota, besos
ResponderEliminarQué maravilla Isabel!!! me estan entrando ganas de hacer un angel food cake que hace mucho que no lo hago ;). Besitos. Ah!!! la genia eres tú ;).
ResponderEliminarEs sublime Isabel.
ResponderEliminarBesos.
Acabo de descubrir tu blog y me encantan tus recetas, asi que me quedo por aqui a seguirte y te invito a que visites mi blog de recetas de cocina y si te gusta te quedes y nos acompañes.
ResponderEliminarUn besote
Tengo que hacer uno, me metes en gana.Besos.
ResponderEliminarque bien te ha quedado!!!!! a mi me encanta, lo hago un montón es el favorito de mis hijos, pero nunca lo he hecho triple, que bueno!!!!
ResponderEliminarQué rico, y tan bonito, como siempre!!
ResponderEliminarque pinta tieneeeee, tiene qiue estar buenisimo
ResponderEliminarbesos
Como echaba de menos venir por aquí!! me vuelven loca tus entradas. Un beso guapa
ResponderEliminarDivino y celestial!!
ResponderEliminarTiene la suavidad de las plumas de un Angel!. seguro que está divino.......Un beso.
ResponderEliminarLes estoy cogiendo manía a los AFC. No me malinterpretes, deben estar divinos pero mientras no tenga un buen robot de cocina no tengo nada que hacer. Tus entradas de locura, como siempre. Un saludo.
ResponderEliminarQue pinta tiene, de seguro esta muy rico. Saludos
ResponderEliminarque rico y el toque de las fresas fantastico
ResponderEliminar¡¡besos¡¡
muy interesante la historia, y el pastel riquísimo! yo lo probé y me encantó.
ResponderEliminarQue rico Isabel. Como te queda todo de bien.
ResponderEliminarAbrazos.
buen desayuno, que pinta tiene, besinos
ResponderEliminarPues se ve espectacular, yo lo intenté una vez y fue un desastre. Buen fin de semana
ResponderEliminarQue maravilla de bizcocho, tiene que estar divino!!! Tu entrada me ha encantado. Besitos.
ResponderEliminarAyyyy qué he llegado tarde y seguro que no te quedan ni las migas buaaaa, mira que tienes estilo chica, se me cae la baba. Un besote y feliz domingo.
ResponderEliminarse ve esponjoso y delicioso...bess
ResponderEliminarY pensar que he desayunado unas galletas chiquilin buuuaaaaaaaaaa...
ResponderEliminarBesos Isabel.
Que pinta tan deliciosa.
Menudo bizcocho¡¡¡ Que esponjoso, tiene un aspecto estupendo.
ResponderEliminarVV.
Nunca lo hice mi guapa Isabel!!, pero que bonito se ve con su capa de color fresa!!
ResponderEliminarme encantan tus post sobre historia del arte y estoy muy contenta de haber llegado a tiempo a este porque e he disfrutado..tus análisis y como maridas las obras de grandes artistas con la comida me seducen muchísimo!!!
muchos besitos linda y feliz fin de semana!!!!!
Florencia...cuántas maravillas para ver. Me encanta la pareja que has hecho entre el cuadro y este Angel Food Cake, perfecto. Bs
ResponderEliminarPORFI ...PORFI ..YO QUIERO ...que bonita foto con las fresas ..Cada vez que voy a Florencia ..no perdono 2 cosas el museo de la Tecnica de Leonardo Da Vinci y pasear por el Ponte Vecchio ..es como un ritual , tambien ver pero despacio la Galería de los Uffici para no perderme nada (siempre se queda algo atrás) ...jaja besos buen Domingo ,Marimi
ResponderEliminarEste tipo de bizcochos me encanta y el toque de las fresas le debe de ir genial. Hace mucho que no lo hago, ultimamente no tengo mucho tiempo y viendo vuestras recetas me entra un hambre...
ResponderEliminarBesos
Más bien comida de dioses, lo rico que está este bizcocho no tiene nombre, si cierras lo ojos no sabes si son nubes, algodón... una verdadera ricura.
ResponderEliminarBesos
Afri
¡Isabel, muchas gracias por escribir unas entradas tan instructivas! ¡Me encanta conocer cosas nuevas y tu eres un pozo de sabiduría! Nunca he preparado un bizcocho como este, así que tomo nota y lo dejo en mis asignaturas pendientes pues el corte y el color son fantásticos. Me encuentro de celebración, un año con el blog, y para la ocasión he organizado un concurso. No hay que cocinar nada. Si te apetece darte un salto y participar, será fantástico contar contigo. Si ya lo has hecho, ¡gracias de corazón! Besos y feliz semana.
ResponderEliminarQuE delicia de Angel food Isabel! tengo muchas ganas d hacerlo, siempre me dan mucha envidia, una entrada muy chula como cada sábado y como siempre
ResponderEliminarCon estos postres que nos pones, no hay quien se resista! genial, como siempre!
ResponderEliminarMe encanta isabel, que pinta tan estupenda!
ResponderEliminarUn angel food precioso, que rico! y la entrada muy interesante.
ResponderEliminarHe visto ANGELES revoloteando alrededor de tu pastelito, dicen que es la hora de su merienda.... Yo la primera, jaja
ResponderEliminarBESOS GUAPA:)
Me faltaron horas en la galería de los Uffici; preciosas las dos obras. Besos
ResponderEliminarQue rico, este no lo he probado todavía, pero con el nombre que tiene, será ........un bocadito celestial no?
ResponderEliminarbesos
Mmmmm! Qué bonito y ligero! Tengo ganas de volver a hacer el angel food cake. A lo mejor lo preparo de fresa, seguro que está muy bueno. Un besito:) Susana
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